El ex jugador José “Pepe” Calfanca creó una escuelita de fútbol en el barrio Ferroviario destinado a chicos y chicas de 5 a 15 años.
Cuando llega a la canchita de césped sintético ubicada en la calle San Martín al 7000 no puede ocultar su felicidad. Esa misma felicidad que tenía cuando a los 6 años asistió por primera vez a la Escuelita de Fútbol del Club Social y Deportivo San Lorenzo donde no sólo le enseñaron a patear la pelota sino también valores que absorbió y después supo desplegarlos durante su excelente trayectoria como jugador de fútbol en varios equipos que conforman la Liga de Fútbol de Neuquén (Lifune).
A los 37 años, José “Pepe” Calfanca, se dio el gusto de crear una Escuelita de Fútbol para chicos y chicas de 5 a 15 años. El ex jugador, que aún despliega su habilidad y talento en el equipo +34 de Ruca Hueney que disputa el torneo amateur Don Pedro, abrió hace dos meses su propia Escuelita de Fútbol que denominó “Botines Mágicos” que funciona los lunes, jueves y viernes de 18 a 19.30 horas en la cancha de césped sintético del barrio Ferroviario que se inauguró en julio pasado.
La idea de abrir este espacio para enseñar a jugar al fútbol a chicos y chicas desde los 5 años comenzó a darle vueltas a “Pepe” en el año 2019 cuando colaboraba en una escuelita en el barrio Z1 y en el club Río Grande. En ese año, junto a su esposa Johana Arriagada iniciaron el proyecto solidario llamado “Botines mágicos” que consiste en recolectar y acondicionar botines y zapatillas de fútbol para donarlos a aquellos chicos de familias que no cuentan con los recursos necesarios para acceder a un calzado apto para jugar.
“Esta escuelita de fútbol es de alguna manera un paso más, un eslabón más de este proyecto que comenzamos con el arreglo de botines y zapatillas para entregárselos a aquellos chicos que juegan al fútbol en escuelitas o clubes de barrio y que sus padres no tienen el dinero para poder comprárselos”, explicó a LMNeuquén el ex jugador que vistió las camisetas de San Lorenzo, Atlético Neuquén, Sapere, entre otros.
En este proyecto “Pepe” cuenta con la colaboración de Leandro “Lea” Ramírez, actual jugador de Atlético Neuquén. “Siempre me movilizó armar una escuelita de fútbol, era una cuenta pendiente que tenía la de poder enseñar lo que uno aprendió en el fútbol. Y sobre todo porque había una necesidad en la zona de que los chicos tuvieran un espacio así”, comentó.
Más allá del carácter recreativo del proyecto, “Pepe” no pierde las esperanzas de que algunos de estos chicos y chicas que asisten en un futuro puedan llegar a jugar en los clubes de la región y por qué no probar suerte en un equipo de primera división. “La idea es enseñarles el ABC del fútbol para que aprender a patear una pelota, saber pararla, sumar cualidades técnicas que un jugador necesita para jugar en un club de la región o de primera de Buenos Aires”, describió.
“Pepe” y su ayudante están contentos con la convocatoria que han tenido para la escuelita “Botines Mágicos” que pudieron acceder gracias a la voluntad de Gabriel Ramos, presidente de la comisión vecinal de Valentina Norte Urbana. “A los padres les encantó la idea, aunque todavía nos falta algunas cosas como los elementos para que los chicos entrenen como pelotas, conos, tortuguitas, entre otras cosas, pero sabemos que de a poco las vamos a conseguir”, comentó.
Por otra parte, señaló que la propuesta de “Botines mágicos” va más allá de la práctica de fútbol ya que los viernes al terminar la actividad los chicos y chicas disfrutan de una copa de leche y una porción de torta. “Tuvimos una reunión con los padres y surgió la idea de poder brindarle a los chicos la copa de leche. Se nos hace difícil que sea después de cada entrenamiento porque no contamos con los recursos para hacerlo por eso decidimos hacerlo el viernes para cerrar la semana y para que los chicos puedan compartir un momento, porque nuestra tarea es formar persoans con valores, ya sea con los que les enseñan en sus casas y con lo que puedan aprender dentro de una canchita de fútbol. De esta manera tratamos de armar un espacio de compañerismo”, explicó.
“Pepe” es un fiel conocedor de las necesidades y realidades que atraviesan los clubes de barrios porque con el proyecto de “Botines mágicos”, él mismo viene recorriendo desde hace varios años las canchitas que se despliegan en la ciudad y les pregunta a los profesores si hay algún chico con la necesidad de contar con un calzado de fútbol. “También nos contactamos con los padres y nos cuentan la situación, y ahí ves la necesidad del chico porque quizás está jugando con una zapatilla de lona o que no es para jugar al fútbol”, comentó. Y agregó que ha escuchado muchas historias de padres que no le pueden comprar botines a sus hijos porque la economía familiar no se los permite, sobre todo por la actual crisis económica. “Nos duele conocer estas cosas porque muchas veces esos chicos no van a entrenar o a jugar porque no tienen el calzado adecuado y nuestro lema es ayudar a estos magos y magas de la redonda para que nos sigan deleitándonos con su juego”, relató.
La ayuda a estos chicos y chicas llega a partir del pedido que hacen desde la página de Facebook “Botines mágicos” (@botines_magicos) en la que solicitan a comercios, organizaciones o particulares el talle de botines que necesitan y a partir de ese momento comienza a ponerse en marcha la red de solidaridad que termina con “Pepe” y Johana arreglando y acondicionando el calzado y entregándoselo al menor. Contó que a esta campaña solidaria se suman ex jugadores, jugadores actuales, dirigentes, amigos, empresas, tienda de deportes. “Seguramente no le vamos a solucionar la vida a esa familia donándole un par de zapatillas para que juegue su hijo, pero es darle una alegría, sacarle una sonrisa a ese chico y eso nos llena el corazón”, afirmó.
Hasta el momento, arreglaron y donaron más de 500 pares de botines y zapatillas de fútbol. “Nuestro objetivo es seguir ayudando a los chicos y chicas que quieren jugar este deporte hermoso, que enseña valores y que además los aleja de los peligros de la calle. Por eso apostamos a la solidaridad de las personas para que esta campaña siga creciendo y podamos llegar y ayudar a más chicos. Nuestro slogan es: ‘Doná tu magia al que más necesita’”.
Por estos días “Pepe” desborda de entusiasmo con la propuesta que les hizo a los chicos y chicas que serán quienes elegirán el diseño y los colores de la camiseta de la Escuelita de Fútbol “Botines mágicos”. “Les propusimos a los chicos a que ellos mismos diseñen una camiseta y elijan los colores con el objetivo de que sientan y tengan ese sentido de pertenencia que es tan importante. El otro día les pasamos una hoja en blanca para que ellos dibujen el diseño y pinten con los colores que les gusta la camiseta de la escuelitas. Nos pareció una hermosa iniciativa. Una vez que nos entreguen sus diseños y colores haremos un sorteo para la elección de la camiseta”, expresó.
Termina la practica y los chicos se despiden del “Profe” Pepe y reciben una sonrisa. La misma sonrisa de felicidad cuando aquel chico de 11 años que había perdido a su padre y usaba la misma zapatilla para ir a la escuela y para ir a jugar a la pelota porque su familia no disponía del dinero para comprarselo y recibió unos botines Adidas de cuero de parte del gomero que tenía su gomería frente a la cancha de San Lorenzo.
Un jugador que despliega solidaridad en todas las canchas
El accionar solidario de José “Pepe” Calfanca no se limita sólo a recolectar, reparar y donar botines o zapatillas de fútbol a los chicos que los necesitan o dedicar tres días de la semana a enseñarles cómo pegarle a la pelota a más de treinta chicos que asisten a la escuelita ubicada en el barrio Ferroviario. También ha desplegado su solidaridad en diversos clubes de barrio a los cuales les hizo entrega de árboles para colocar en sus instalaciones.
“Hace más de dos años que trabajo en el Vivero Municipal que pertenece a la Subsecretaría de Espacios Verdes de la Municipalidad de Neuquén. A través de ‘Botines mágicos’ mediante una nota solicité a la subsecretaría la entrega de 50 árboles para colocarlos en las canchitas y clubes de fútbol de la ciudad”, contó Calfanca.
El pedido fue aceptado por la mencionada área municipal y de esta manera distribuyó los árboles a los clubes Confluencia, Unión Vecinal, Río Grande, a la canchita Buscadores de Sueños, entre otros. “En el verano golpea bastante el sol en los predios de estos clubes y los chicos no tienen sombra para cuidarse de la irradiación solar”, precisó.
Comentó que estos árboles del vivero municipal, que es el principal productor de árboles para la ciudad, que fueron colocados en los clubes y escuelitas son de raíz desnuda, de buen tamaño, aproximadamente de 2 metros, 2 metros y medio, y ya florecieron”, explicó Calfanca sobre esta iniciativa que viene llevando adelante en los últimos meses.
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