La marcha en Neuquén por Sergio Ávalos y Luciana Muñoz unió dos historias marcadas por un reclamo de justicia. "Nos duele lo mismo", dijeron sus familiares.
Este viernes por la tarde, familiares, amigos y organizaciones sociales marcharon por las calles de Neuquén capital para exigir justicia por Sergio Ávalos, desaparecido en 2003, y Luciana Muñoz, de quien no se sabe nada desde julio del año pasado. A 22 años de la desaparición del joven estudiante y a 11 meses de la de Luciana, ambas causas se encontraron en una misma consigna: “Basta de impunidad”.
La movilización partió pasadas las 17:30 desde el playón de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), espacio simbólico para la causa Ávalos, y avanzó por Avenida Argentina hasta la Casa de Gobierno. Allí se leyeron documentos, se compartieron palabras cargadas de dolor y se renovó el pedido de que el Estado deje de mirar para otro lado.
Antes del inicio de la marcha, alrededor de las 17, la familia de Luciana encabezó una conferencia de prensa frente a Ciudad Judicial, donde reiteraron su descontento con la investigación y pidieron mayor compromiso por parte del Poder Judicial.
“Nos unimos porque nos duele lo mismo”
Mercedes Ávalos, hermana de Sergio, celebró públicamente la decisión de marchar en conjunto con la familia de Luciana: “Nos unimos porque dentro de todo tiene que ver con lo mismo: conocer qué les pasó y encontrar a los responsables de su desaparición. Que se haga justicia”, expresó ante LMNeuquén. También destacó la fuerza de una consigna común: “víctimas de la (in)justicia”, sin importar los tiempos ni los contextos.
El caso Luciana Muñoz: una desaparición sin respuestas
Luciana fue vista por última vez el 13 de julio de 2024. Desde entonces, los operativos de búsqueda, rastrillajes y medidas judiciales no han arrojado resultados concretos. La causa sigue rodeada de incógnitas y una figura clave: Maximiliano Avilés, expareja de la joven.
Avilés está imputado por falso testimonio y cumple prisión domiciliaria. La fiscalía sostiene que mintió en al menos dos declaraciones, negando haber estado con Luciana el día de su desaparición. Sin embargo, otros testigos lo contradijeron y ubicaron su celular en cercanías del lugar donde se presume que ella fue vista por última vez.
A casi un año de su desaparición, la justicia todavía no ha podido avanzar hacia una hipótesis firme. La familia insiste: “A Luciana la desaparecieron, y alguien sabe qué pasó”.
Sergio Ávalos: 22 años de misterio
Este sábado 14 de junio se cumplirán exactamente 22 años desde que Sergio Ávalos ingresó al boliche Las Palmas y desapareció sin dejar rastro. Tenía 18 años, era estudiante de la UNCo y había salido con amigos. Lo vieron entrar, pero nadie lo vio salir.
Actualmente hay imputados en la causa, que avanza bajo la órbita de la Justicia Federal, aunque sin grandes novedades. Los familiares insisten en que se trató de una desaparición forzada, encubierta por complicidades dentro del boliche y del propio Estado.
Como cada año, este sábado se realizará una nueva marcha en Picún Leufú, la localidad natal de Sergio. La convocatoria será desde las 11:30 en la plaza principal.
Luciana y Sergio no se conocieron. Sus historias están separadas por dos décadas, pero unidas por el mismo vacío: el de una justicia que llega tarde, o que nunca llega. Esta vez, sus familias caminaron juntas. Y en ese gesto, la sociedad también fue interpelada. Porque cuando el Estado calla, las calles hablan.
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