En las últimas horas, la Policía montó operativos preventivos en grandes superficies ante rumores y audios virales.
Un audio circula por Whatsapp. Se reenvía miles de veces. Nadie sabe su origen, pero hay una convocatoria. El mensaje habla del cansancio y la necesidad, además de la falta de respuestas. Por un lado, tiene cierta veracidad. Sin embargo, la cita no es real. No hay nadie responsable detrás. Solo es agitar aún más la incertidumbre de una sociedad que sigue entre embelesada y desconcertada, según de qué lado se esté, de los resultados de las primarias del domingo pasado.
El fantasma de los saqueos fue el corolario de una semana intensa que vivimos en todo el país, después de que Javier Milei fuese el candidato más votado en las PASO, a lo que le siguió una devaluación del peso de más del 20% y la consecuente escalada de precios. Hubo rubros que en la semana recibieron hasta cuatro nuevas listas, y otros a los que directamente aconsejaron bajar las persianas temporalmente porque la fluctuación era tan grande que no había posibilidades de definir los valores correctos.
Y este tsunami se dio en el famoso agosto, el mes que se siente más largo en todo el año en nuestros bolsillos, aunque este año todo parece eterno, incluso el tiempo que pasará hasta las elecciones generales de octubre, donde el panorama es una verdadera incógnita. Aun con un presidente casi ausente, una vice retirada por el momento y un ministro-candidato haciendo acuerdos a diestra y siniestra con distintos sectores para mantener la nave nivelada y que el país no sea cual Titanic en aguas profundas.
Todo esto es alimento para los agitadores de siempre que, aprovechando el dilema y el temor de la gente, buscan explotar –en todos los sentidos- el hervidero social. Algunos caen en la trampa, y van "a ver qué onda". La Policía hace operativos preventivos. Y el reenviado de mensajes sin límites, hace el resto del caos. Un consejo, no reenvíe mensajes de cadenas. Es insano.
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