Una movilización silenciosa

El emblemático Salón Azul de la Biblioteca de la Universidad Nacional del Comahue ha sido escenario de numerosos acontecimientos en la ciudad, aunque tal vez hay uno que, desde hace siete años (solo interrumpido por la pandemia), ha transcurrido con una significativa y silenciosa movilización de gente de todas las edades y condiciones. La semana pasada, el fenómeno se repitió durante la celebración del Día Internacional del Yoga, que comenzó el miércoles y concluirá este domingo.

Desde la organización del evento se estima que hasta 500 personas por día concurrieron a las más de 60 prácticas de yoga postural, meditación, conferencias de filosofía y de ayurveda, así como encuentros de meditación, todas actividades libres y gratuitas.

El Día Internacional del Yoga fue el miércoles 21, pero esta milenaria ciencia parece tener tantos recursos para ofrecer que una sola jornada, al menos en Neuquén, se supone insuficiente para el despliegue de semejante repertorio.

La ONU, a iniciativa del gobierno de India, institucionalizó esta fecha para darle una dimensión global, a una práctica que, por lejos, trascendió las fronteras de su país de origen.

Es saludable que la UNCo haya permitido, más allá de las diversas gestiones que estuvieron al frente del Rectorado, a las entusiastas organizadoras del evento hacer posible semejante movilización silenciosa.

El yoga parece gozar de buena salud en Neuquén donde se multiplican y crecen los espacios de prácticas, tanto comunitarios, barriales como privados, todos muy necesarios para trascender, entre tantas tribulaciones, tensiones y ansiedades sociales y políticas, al ruido incesante que no para de agitar el mar de fondo.