Un vecino de Puerto Pirámides lo vio y dio aviso. Científicos del Conicet realizaron el rescate.
Científicos del Conicet encontraron restos fósiles de un pez de unos diez millones de años de antigüedad en una bajada al mar de Península Valdés, en la provincia de Chubut, y no descartan que se trate de una especie desconocida hasta hoy.
El rescate del fósil fue realizado por especialistas del Centro Nacional Patagónico (CENPAT) dependiente del Conicet, en una restinga -una zona subacuática de escasa profundidad- ubicada en la primera bajada al mar de la localidad de Puerto Pirámides.
Un poblador de la zona fue quien observó la estructura ósea del pez sobre las rocas y dio el aviso a partir del cual comenzó a trabajar el equipo científico. Del operativo participaron Mónica Buono, Nicolás Farroni y José Cuitiño, del Instituto Patagónico de Geología y Paleontología (IPGP-CONICET), junto a Soledad Gouiric Cavalli y Agustín Carnicero de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
De acuerdo con la primeras estimaciones, y si bien todavía se deben realizar estudios, se cree que se trata de un pez teleósteo (con esqueleto de huesos), probablemente perciformes (de forma alargada, similar a la perca), y data de unos diez millones de años.
El hallazgo en Chubut
“Es un pez mediano, de unos 20 ó 30 centímetros, que estaba sobre la superficie de la restinga. Una parte ya se estaba erosionando, por eso era necesario sacarlo para preservarlo y estudiarlo”, contó José Cuitiño
El científico del IPGP agregó que el trabajo de extracción “en este caso no fue complicado porque es un animal relativamente pequeño”.
“Excavamos alrededor, sacamos la roca lentamente con herramientas, lo tapamos con vendas de yeso para protegerlo y nos llevamos una envoltura de yeso que llamamos ´bochón de yeso’. Después, en el laboratorio, eso se abre y se va limpiando hasta que el esqueleto queda bien expuesto”., detalló.
A su vez, Gouiric Cavalli, especialista en peces fósiles, explicó que lo que se logró reconocer en el terreno, y previo a la preparación por parte de personal técnico especializado, “es el contorno aproximado del pez que se evidencia por un cambio de coloración de la roca”.
“Observamos parte de la cintura escapular y parte del postcráneo, es decir, doce vértebras, parte de la aleta dorsal y hasta algunas escamas”, dijo el científico.
Podría ser una nueva especie
En el equipo científico creen que el material puede estar más completo de lo que sugirieron las primeras observaciones. Es por eso que el bochón de yeso se hizo considerando una mayor porción de roca, por lo que, si hay más material dentro del sedimento, será revelado en los trabajos posteriores.
Una vez que esté finalizado el trabajo de preparación del ejemplar, los investigadores deberán determinar de qué animal se trata, incluso no se descarta que pueda ser una nueva especie.
“Lo que nosotros estamos tratando de hacer es reconstruir toda la cadena trófica (la cadena alimenticia) de hace diez millones de años”, aclaró el geólogo.
“Hay ballenas, tiburones, focas, muchas especies de peces e invertebrados y con todo eso podemos reconstruir la cadena trófica de aquél momento, compararla con la actual y estudiar las diferencias climáticas, las corrientes oceánicas. Es una pieza más del rompecabezas para reconstruir lo que pasaba en aquél momento”, finalizó.
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