Aunque le pegó para reducirla, la mujer se las ingenió para atraparlo en el local. El ladrón confesó y acordó una pena de 4 meses de prisión en suspenso.
No pudo robar ni huir, pero igual lo pescaron. La referencia cinematográfica se ajusta al caso de un hombre que acaba de ser condenado a cuatro meses de prisión por tentativa de hurto en Chubut, luego de que agrediera a la empleada de una verdulería ubicada en la calle Colombia, en la ciudad de Trelew.
La resolución del caso fue rápida debido al proceso de juicio abreviado, pero también a la hábil reacción de la verdulera, que pese a los golpes que le pegó el intruso para amedrentarla, se las ingenió no sólo para resguardarse, sino también para impedir el delito.
El incidente ocurrió el 10 de septiembre al mediodía, cuando el delincuente ingresó al local, se abalanzó sobre la empleada y le dio un golpe en la cara sin mediar palabra, decidido a llevarse la recaudación. La víctima logró salir del comercio y dejarlo encerrado adentro, para volver minutos después con la policía.
El hombre fue detenido aún dentro del local, e increíblemente, no se deshizo de la evidencia que lo incriminaba, quizá con la esperanza de poder conservarla: cuando en la comisaría le hicieron una requisa, le encontraron 27 mil pesos escondidos entre la ropa interior, dinero que había sustraído de la caja del comercio.
Con la plata en los calzoncillos
Durante una audiencia llevada a cabo en la mañana del jueves, el hombre acordó una pena de cuatro meses de prisión en suspenso, en un juicio abreviado solicitado por el procurador de fiscalía Mauro Quinteros, según se informó desde el Ministerio Público Fiscal de Chubut.
El Juez Gustavo Castro homologó la pena, que quedó registrada bajo la calificación de robo tentado.
Para evitar un proceso penal a través de un juicio abreviado, el acusado defendido por Facundo Larrachea admitió su participación en los hechos y aceptó la sentencia, que por cierto es leve, aunque le quedará como antecedente y posible agravante a futuro, en caso de reincidir.
Más ladrones atrapados en Chubut
El robo en locales de alimentos se repite en tiempos de crisis económica y muchas veces, por la impericia de personas que cometen hurtos circunstancialmente y por necesidad de conseguir comida, suelen ser atrapado.
Sin embargo, en dos casos ocurridos recientemente en Chubut, a juzgar por las cosas que los frustrados ladrones intentaron llevarse, su accionar no parecía estar vinculado a las urgencias que genera la pobreza.
Horas después del juicio abreviado en Trelew, dos mujeres fueron arrestadas en la vecina Puerto Madryn tras intentar sustraer unos 120 mil pesos en fiambres y chocolates premium de un supermercado.
El incidente tuvo lugar alrededor de las 8 de la noche en un comercio situado en la esquina de Avenida Hipólito Yrigoyen y 25 de Mayo.
Las dos sospechosas entraron apresuradamente al local justo cuando los empleados se preparaban para cerrar, como quien llega sobre la hora a hacer una compra urgente. Eso ya llamó la atención de los responsables del local.
Por eso, mientras las dos supuestas clientas recorrían los pasillos del supermercado, el personal de seguridad las siguió con atención y en un momento, uno de los vigiladores notó que una de las mujeres escondía productos bajo la ropa de su acompañante, a la altura de la cintura.
Cuando terminaron de recorrer las góndolas, intentaron salir sin pasar por la caja y como si no hubieran encontrado el artículo que habían ido a buscar con premura. Fue el momento en el que fueron interceptadas por los custodios, quienes con el apoyo de la policía pudieron dejar en evidencia el intento de hurto.
Mecheras encerradas en un súper
Por otro lado, el jueves 19 de septiembre, casi a la misma hora y también en Madryn, detuvieron a otras dos mujeres que pretendían llevarse botellas de bebidas alcohólicas valuadas en 110 mil pesos de otro supermercado.
El hecho ocurrió noche en un establecimiento ubicado en la Avenida Gales, en el que las sospechosas seleccionaron cuatro botellas de distintas bebidas, las escondieron entre sus prendas y trataron de abandonar el lugar sin ser vistas.
Nuevamente, la dueña del negocio se dio cuenta de la situación y rápidamente cerró la puerta, dejándolas atrapadas en el interior hasta la llegada de la policía, en un caso casi calcado al de Trelew, aunque aquí no medió violencia contra la comerciante.
Cuando los agentes llegaron al súper, las mujeres ya habían devuelto las costosas bebidas. Igualmente, el fiscal de turno ordenó que ambas fueran trasladadas a la comisaría bajo cargos de intento de hurto.
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