La moneda extranjera retrocedió en el cierre de la primera semana de diciembre. Qué pasó con el resto de las cotizaciones.
La calma cambiaria se profundizó en el mercado local este viernes y el dólar registró su tercera caída consecutiva gracias a la expectativa de un sostenido ingreso de divisas en el corto plazo, reforzada por el anuncio de colocación de nueva deuda en moneda estadounidense por parte del Gobierno.
El dólar oficial cerró en $1.410 para la compra y $1.460 para la venta, según la cotización ofrecida en el Banco Nación, lo que representó otra baja de $10 respecto del jueves.
En tanto, el dólar blue operó en $1.415 para la compra y $1.435 para la venta, mientras que dólar mayorista concluyó la jornada con un descenso de nueve pesos, equivalente a un 0,6%, para cerrar a $1.435.
Este valor representa el precio más bajo de la divisa en el segmento mayorista desde el pasado 21 de noviembre, afianzando un panorama de moderación en el tipo de cambio oficial.
Por su parte, en la cotización de los tipos de cambio financieros, el MEP volvió a subir y se ubicó en $1481,10 para la compra y $1478,20 para la venta, en tanto que el CCL (Contado Con Liquidación) bajó y operó en $1506,80 para la compra y $1.506,80 para la venta.
Los ahorros en dólares alcanzan un nuevo récord tras las elecciones
Los depósitos privados en dólares alcanzaron en noviembre los US$ 35.540 millones, un nivel récord desde la salida de la Convertibilidad, según datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
El mes pasado el incremento fue cercano a los US$ 440 millones, alrededor del 1,2%. El alza prolongada confirma que buena parte de los dólares depositados por familias y empresas permanece dentro del sistema bancario, aun cuando circulan algunos temores en un contexto macroeconómico con cambios.
Hace menos de tres meses, en septiembre, los depósitos privados en dólares también habían mostrado una suba significativa, superando los US$ 33.800 millones y anticipaban esta escalada.
La suba de los depósitos en moneda extranjera no sólo muestra una mayor confianza en la estabilidad del dólar, sino también un cambio en el comportamiento de los ahorristas, que en gran medida trasladaron fondos desde los depósitos en pesos hacia activos en moneda dura. Durante octubre y noviembre, estas colocaciones en dólares tuvieron un incremento neto que en algunos casos superó los US$ 1.170 millones, mientras que los depósitos en pesos registraron una salida equivalente a cerca de US$ 1.700 millones.
Esta dolarización, que se intensificó antes y después de las elecciones, difiere en sus características frente a situaciones similares del pasado, ya que la mayor parte de estos fondos en dólares permanecen dentro del sistema financiero formal y no se vuelcan masivamente hacia el "colchón" o billetes fuera del circuito bancario.
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