Javier Milei recibió un regalo de Shell y bromeó sobre su alopecía

El presidente Javier Milei recibió un inusual obsequio de parte de la petrolera Shell: una serie de autitos a escala en una caja exclusiva. El regalo, parte de una nueva promoción de la compañía, fue entregado en agradecimiento por la liberación de los precios de los combustibles.

Este martes, en un evento realizado en la sede de Meta, donde se discutían cuestiones relacionadas con la innovación tecnológica, el presidente abrió la caja con una amplia sonrisa y visiblemente emocionado por el obsequio. “Ahora somos un país libre”, le comentó uno de los enviados de Shell mientras Milei comenzaba a sacar los autitos, destacando especialmente uno: una Ferrari a escala.

“Aviso que este me vuelve loco”, dijo el mandatario mientras lo observaba detenidamente, mostrando un lado más relajado y personal.

Con su estilo característico, Javier Milei no dudó en agregar una frase que sorprendió a quienes lo rodeaban. “Como soy adulto, este (el autito de Ferrari) tiene otra connotación”, comentó en tono jocoso, haciendo referencia al valor simbólico de la escudería italiana y el estatus que representa. La referencia al famoso auto de lujo parecía un toque personal del presidente, quien, en su rol como presidente, ha cultivado una imagen informal y cercana a ciertos sectores de la población, a menudo usando símbolos de poder y de riqueza para conectar con su base de apoyo.

Javier Milei recibió el regalo con una sonrisa en su regreso a la infancia, mientras jugueteaba con los autitos que, de alguna manera. La relación con Shell, que incluye la liberación de precios de los combustibles como una de las medidas más polémicas de su gobierno, se ve reflejada en este gesto cargado de simbolismo: un presidente que recibe una Ferrari a escala como metáfora de su visión de libertad económica, mientras juguetea con los elementos que definen su liderazgo.

Mientras los autitos a escala se convertían en el centro de atención, el enviado de Shell le mostró la leyenda de la campaña: "Ahora sí es diferente".

La broma del presidente sobre su alopecía

El evento tomó un giro inesperado cuando, al finalizar su discurso en Meta, y creyendo que el micrófono estaba apagado, Milei hizo una confesión algo más personal. Refiriéndose a su imagen pública, el presidente bromeó sobre su batalla con la alopecía, algo que había quedado en segundo plano en sus intervenciones previas. “Es por la kipá de carne”, dijo entre risas, dejando entrever que el uso de gorra o sus gestos frente a las cámaras tienen una explicación más cercana a la naturaleza de su vida privada, y no solo un gesto de estilo.

La mención a la “kipá de carne”, una alusión humorística a la pérdida de cabello que el presidente ha comentado en ocasiones, dejó a los presentes sorprendidos. Algunos interpretaron el comentario como una manera de humanizarse ante la cámara, mientras otros lo vieron como una tentativa de restarle seriedad a su figura presidencial, una estrategia que, aunque informal, busca acercarlo a un electorado más joven o menos tradicional.