La "casa del horror" de Santa Cruz: declaró la tía y dijo que los nenes "parecían momias cuando dormían"
La mujer está a cargo de dos de los tres menores torturados por su padre y su madrastra en Río Gallegos. Ayer dio testimonio el mayor de los chicos y pidió cambiar su apellido.
En la segunda jornada del juicio de la “casa del horror” de Santa Cruz, declaró una tía de los tres chicos torturados por su padre y su madrastra en una casa de Santa Cruz, e incriminó aún más a los dos acusados.
El caso, que se descubrió en 2021 cuando dos de los tres hermanitos lograron huir de su casa por una ventana, es juzgado en los tribunales de Río Gallegos.
A los imputados, Roxana V. y David F. (los apellidos se mantienen en reserva para preservar la identidad de los menores involucrados), ambos de 36 años, de haber golpeado salvajemente durante años a los niños, mantenerlos encerrados -sin enviarlos a la escuela- y de que los llegaron a obligar a comer vómitos y excremento.
El lugar donde los chicos eran sometidos a estas atroces torturas es un pequeño departamento ubicado sobre la calle Paredes, en la capital santacruceña.
Qué dijo la tía Wilma
En la mañana de este jueves prestó declaración una tía de los niños, de nombre Wilma -hermana de la madre biológica de sus sobrinos-, quien tras la detención de los acusados se hizo cargo del cuidado de los dos varones, el mayor, actualmente de 16 años, y el menor, de 13 (tenían 13 y 10 cuando se conocieron los hechos). La hija mujer, menor que uno de los dos hermanos y más grande que el otro, vive en el norte del país con otros parientes.
La tía se refirió fundamentalmente a las secuelas que los menores presentaban tras haber sido rescatados. “Parecían momias cuando dormían. El más pequeño estuvo varios días haciéndose caca”, afirmó la mujer.
La pareja de Wilma también declaró y corroboró lo que había mencionado su mujer en su testimonio.
Los argumentos de la defensa para cuestionar la declaración testimonial de Wilma pasaron por cuestiones relacionadas con su forma de atender a los niños, sin hacer referencia a los hechos que se juzgan.
También declararon los propietarios del complejo habitacional de la calle Paredes. Explicaron que en su propia vivienda tenían un ventanal que permitía ver lo que ocurría en la “casa del horror”, ubicada en la parte trasera del terreno.
En su testimonio del miércoles, David F. había hecho referencia a ese matrimonio diciendo que la mujer estaba embarazada y “no tenía problema de ver a los niños cuando los padres no estaban“. La defensa aseguró que los vecinos no habían observado nada extraño, solo a los menores realizando tareas domésticas.
El último testimonio fue de un médico radiólogo, quien aseguró que, tras revisar una radiografía de una de las víctimas, no podría certificar fehacientemente las lesiones, fisuras o fracturas que pudiera llegar a tener.
La primera jornada del juicio en Santa Cruz
Durante la audiencia del miércoles declaró el mayor de los hermanos y ratificó lo que había declarado en cámara Gesell: “Le contamos a mi tía y ella dijo que eso que nos hacían eran torturas“. El chico también declaró que ya no quiere tener el apellido de su padre. Actualmente, su tía avanza en el trámite judicial para la tenencia definitiva.
El mismo miércoles declararon los acusados ante el tribunal, conformado por Joaquín Cabral y los vocales subrogantes Eduardo López y Francisco Marinkovic.
David F. ofreció su versión de los hechos, asegurando que sus hijos nunca habían sido maltratados por él ni por pareja. Explicó que los delitos por los cuales se los acusa, en realidad fueron cometidos por la madre biológica de los chicos y la pareja de ella.
Este jueves por la tarde debían declarar las peritas que trabajaron en el caso: Roxana Contreras, del Cuerpo Médico Forense, y Carolina Kero, que hizo la cámara Gesell.
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