La pregunta que genera muchos problemas a la hora de buscar un alquiler: los dueños deciden
Existe una consulta en particular que muchas personas hacen antes de definir un contar. La respuesta puede hacer caer un eventual acuerdo.
La búsqueda de una casa o departamento para alquilar incluye buscar en una gran cantidad de sitios online, consultar por la remota posibilidad de encontrar "algo por dueño directo" y recorrer barrios hasta encontrar la mejor opción de acuerdo a tus pretensiones y posibilidades: ubicación, ambientes necesarios, iluminación, todo acorde con tu presupuesto. Sin embargo, cuando todo está encaminado, el plan puede correr peligro si preguntás algo clave y la respuesta es negativa.
La pregunta tiene que ver con una cuestión cada vez más frecuentes y surge de la tendencia creciente referida a la cantidad de personas que se mudan solamente con su perro o su gato. "¿Aceptan mascotas?", consulta mucha gente. La contestación puede ser determinante a la hora de sellar el contrato y puede ser un trampa que deje un inmueble vacío mucho más tiempo.
En tanto, más allá de la decisión de cada propietario, la discusión por las mascotas excede el contrato entre el dueño y el inquilino. Y esto sucede porque, en el caso de lo edificios, en los consorcios surgen reclamos acerca de las redes de seguridad en balcones y ventanas para proteger a los animales, porque mientras algunos vecinos instalan medidas de resguardo, otros lo consideran una modificación no autorizada del edificio.
"¿Aceptan mascotas?", un dilema contractual
Un propietario, legalmente, puede prohibir de forma expresa la tenencia de animales en el contrato de locación, siempre que la cláusula esté establecida y sea aceptada por las dos partes. En tanto, si bien son muchos los dueños que aclaran que no aceptan mascotas, ese rechazo puede llevar a que la propiedad permanezca desocupada por más tiempo y, tal vez, a la necesidad de ajustar el precio o las condiciones para atraer interesados.
En este sentido, desde el sector inmobiliario sugieren a los inquilinos que desean tener animales que antes de firmar evalúen "el contrato de locación, el reglamento de copropiedad y el código de convivencia de los vecinos”.
En el contexto actual, en un escenario donde los potenciales inquilinos con mascotas representan un alto porcentaje en toda la demanda, esa pregunta es uno de los primeros filtros. Si la respuesta no es satisfactoria, descartan la propiedad de inmediato.
Hogares “pet friendly”: una tendencia que crece
Un ejemplo de esta tendencia es lo que pasa en la Ciudad de Buenos Aires, donde -según el sitio Zonaprop- hay casi 15.000 avisos de departamentos pero sólo 2380 propiedades tienen activa la opción de “acepto mascotas”, es decir, menos del 16% de la oferta total.
Un dato adicional es que un porcentaje de los propietarios aún no quieren animales en sus propiedades. Es por eso que, remarcan desde el sector inmobiliario, la prohibición únicamente es válida si está expresamente consignada en el contrato o en el reglamento del edificio”.
Si no hay ningún documento que marque la negativa, el inquilino puede mantener a su mascota sin inconvenientes legales.
Más mascotas, menos niños
Un aspecto que influye en la tendencia a que cada vez sean más las personas que conviven con sus mascotas, corre en paralelo a un proceso inverso que se da en los índices de natalidad. Por ejemplo, en 2024 se registraron 425.000 nacimientos en todo el país, un porcentaje 40 puntos por debajo que en 2014, cuando los partos superaron las 700.000, según datos oficiales.
Por otro lado, la proporción de familias que conviven con mascotas pasó del 50% en ese mismo año y subió hast 80% en la actualidad.
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