La preocupación de Mauricio Macri: "Quedamos como el ajuste y la represión"

La apuesta de "soltarle la mano" a Horacio Rodríguez Larreta fue una de las más arriesgadas para Mauricio Macri en los últimos años. El ingeniero entendió que el ex jefe de Gobierno porteño no tenía las herramientas suficientes para acceder a la presidencia, y decidió inclinarse por Patricia Bullrich antes de las PASO.

La escena se repitió luego: cuando advirtió que Bullrich no sería la ganadora, empezó a coquetear cada vez más con el espacio de Javier Milei. Y, una vez consumado el triunfo de Sergio Massa en las generales, jugó su carta más fuerte: una alianza con La Libertad Avanza.

El sector más duro del PRO se pegó a Javier Milei con la intención de garantizarle aparato y, sobre todo, "gobernabilidad". Y si bien aseguraron en más de una ocasión que la movida era "desinteresada", era obvio que había algún arreglo detrás. Eso quedó al descubierto rápidamente, con la negociación de figuras de peso del PRO para los puestos relevantes de gobierno.

Sin embargo, salvo las designaciones de Bullrich en Seguridad y de Luis Caputo en Economía, no hubo otras negociaciones. E incluso estos puestos no fueron los que mejor cayeron al macrismo: se esperaban lugares más "cómodos" y sin tanto desgaste, como la presidencia de alguna cámara del Congreso.

La preocupación de Mauricio Macri

En este contexto, el ingeniero realizó un diagnóstico sobre la situación del país y sobre lo que viene, y fue bastante contundente: ve que su espacio político está cada vez más en la cornisa.

"Quedamos como la cara del ajuste y la represión frente a la gente", indicó Macri respecto a las medidas impulsadas por Luis Caputo.

En este sentido, añadió que "ahora hay que rezar para que salga bien", durante una reunión con los dirigentes más cercanos de su espacio. Allí estuvieron Cristian Ritondo, María Eugenia Vidal, Diego Santilli, Guillermo Montenegro y Humberto Schiavoni.

luis caputo medidas económicas

Caputo, aliado de Mauricio Macri, quedó en un puesto de mucha exposición.

El análisis de Macri es bastante directo: si las cosas no salen bien, lo pagará La Libertad Avanza pero también el PRO. Y, por añadidura, el propio ex presidente. Las primeras medidas fueron al hueso y levantaron el termómetro social. Y lo que preocupa al ingeniero es que aún falta mucho, muchísimo más.

Un potencial fracaso de Caputo y Bullrich implicaría una gran complicación para el futuro de Macri en el poder. Por eso mismo, durante la negociación PRO-LLA, apuntó a lugares como el Congreso, ANSES o hasta YPF. Sin embargo, Milei eligió dos puestos de gran relevancia pero, al mismo tiempo, de total exposición.

Según afirmó un dirigente del círculo del presidente en diálogo con La Política Online, "se vienen meses complicados y lo que pase en la capital se lo van a cargar a Macri. Si hay represión de la Federal va a ser Macri y si hay represión de la Ciudad va a ser Jorge Macri. De cualquier modo, es Macri, Macri, Macri".

Lo cierto es que Macri vuelve a ver como un intento rápido de ajuste lo complica en sus aspiraciones. Le pasó en su período presidencial, donde el ajuste lo pagó la gente y no los empresarios (más bien lo contrario); y todo indica que está ocurriendo otra vez. Será cuestión de tiempo para ver dónde se produce el quiebre.