Desde Asunción confirmaron que se quedarán con el 50% de la generación eléctrica que le corresponde de la represa Yacyretá, tras el peaje argentino en la Hidrovía.
Al anuncio de la inflación de agosto (12,4%) y la crisis económica que se agudiza y azota al Gobierno, ahora se le suma un nuevo conflicto bilateral: Paraguay anunció que dejará de venderle energía de la represa Yacyretá, lo que podría afectar la provisión de energía eléctrica en los meses de verano, cuando el consumo se eleva.
El conflicto bilateral entre ambos países se agudizó desde que Santiago Peña asumió como nuevo presidente de Paraguay hace menos de un mes. Al cobro del peaje en un tramo de la Hidrovía y la retención de barcos con bandera guaraní por falta de pago, ahora se sumó un nuevo foco de tensión: el uso de la energía de la represa de Yacyretá.
El gobierno paraguayo anunció que se quedará con el 50% de la generación de energía que le corresponde de la Central Hidroeléctrica Yacyretá y no se lo venderá a la Argentina como hacía hasta ahora. El presidente de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), Félix Sosa, confirmó públicamente esta medida y agregó que, para amortiguar el uso energético a nivel nacional, redujeron el uso de la represa de Itaipú, que Paraguay comparte con Brasil.
En total, el costo de la energía que proviene de Itaipú es más bajo que el de Yacyretá. Por lo tanto, la medida anunciada por Asunción no responde de ninguna manera a una lógica económica, sino a una política. “Es una decisión política del presidente”, reconoció el titular de ANDE.
Desde ambos lados de la frontera saben que esta medida es una especie de represalia a la negativa del Gobierno argentino por dar marcha atrás con el cobro de un peaje de 1,47 dólares por tonelada a los barcos de bandera extranjera que transitan en el tramo Confluencia-Santa Fe de la Hidrovía.
A pesar de que por el acuerdo entre ambos países Paraguay puede retirar hasta el 50% de la generación eléctrica de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), en promedio usaban cerca del 10%. Hubo momentos en que la demanda paraguaya aumentaba, pero habitualmente se mantenía en torno a los diez puntos. En la actualidad, Yacyretá tiene una producción total de 2.068 MW.
Con esta última medida, de los 1.035 MW que le corresponde, Paraguay empezó a hacer uso de 850 MW que antes se los vendía a la Argentina por 50 dólares por MW. Posiblemente ahora le venda ese excedente a Brasil, pero a un precio menor. Allí reside parte de la pérdida económica que tendrá Asunción para priorizar la decisión política.
Las consecuencias de la medida
Desde la Secretaria de Energía aseguraron que por el momento la Argentina no necesitará sustituir esa energía con un nuevo proveedor dadas las condiciones climáticas de esta época del año. Distinto será cuando llegue el verano y se enciendan los aires acondicionados de todo el país. “En estas semanas el sistema eléctrico está estable”, confiaron.
En el fugaz viaje que Sergio Massa realizó a Asunción el 24 de agosto para reunirse con el presidente Santiago Peña, el ministro de Economía y candidato presidencial anunció el acuerdo para el pago de una deuda que la Argentina tiene con Paraguay por poco más de 100 millones de dólares por el consumo y el flujo de energía proveniente de la represa de Yacyretá.
El peaje en la Hidrovía, el origen del conflicto
La hidrovía de los ríos Paraguay-Paraná se transformó en foco de la tensión diplomática en la región, primero, cuando el Gobierno argentino a través de la Administración General de Puertos (AGP) aplicó un peaje de 1,47 dólares a barcos extranjeros y ese mismo monto, pero en pesos a los de bandera nacional que pasen por el tramo Confluencia-Santa Fe.
La hidrovía es una vía navegable de casi 3400 kilómetros de largo que conecta Bolivia, Paraguay, Brasil, Uruguay y la Argentina. Es por donde salen casi la totalidad de los productos que exporta la región, muchos de ellos vinculados al agro. En el caso argentino y paraguayo representa el canal de salida del 80% de las exportaciones.
Frente al cobro del peaje por parte de la Argentina y la retención de barcos que se negaron a pagar –algunos de los cuales transportaban combustible-, Paraguay logró el respaldo del resto de los países para reclamar ante la medida de la AGP. Es así que el fin de semana publicaron un comunicado en conjunto donde catalogaban de “preocupante” la situación.
Estos cuatro países consideran que la Argentina tomó esta decisión de forma unilateral e ilegal según estipula el acuerdo de Santa Cruz de la Sierra, el cual se ampara en el Tratado de Montevideo de 1980 donde se establece el marco normativo común para el transporte en la Hidrovía.
El conflicto por la Vía Navegable Troncal, como se llama a los 1477 km que corresponden a la Argentina, ya se debatió hace algunas semanas en el Comité Intergubernamental Hidrovía (CIH). No hubo un acuerdo entre los representantes y el presidente paraguayo adelantó que acudirá al Tribunal Permanente de Revisión (TPR) del Mercado Común del Sur (Mercosur) para resolver la controversia.
Este lunes hubo una reunión en Asunción entre el canciller paraguayo, Rubén Ramírez, y una comitiva argentina integrada por Flavia Royón, secretaria de Energía, José Beni, titular de la AGP, Fernando de Vido, director ejecutivo del EBY, y Raúl Pérez, asesor del Ministerio de Economía.
El martes se dio otro encuentro en Buenos Aires entre el subsecretario de Asuntos de América Latina de Cancillería argentina, Gabriel Fuks, con el encargado de negocios de Paraguay en nuestro país, Juan Ramón Cano.
Más allá del “diálogo positivo” que reinó durante la conversación, la disputa parece no estar cerca de resolverse y las medidas adoptadas por Paraguay no hacen más que tensar la relación. Hay otra reunión técnica pautada para el 26 y 27 de septiembre.
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