Así lo señaló Luis Caputo. Hay una desaceleración de la inflación inercial y el gobierno está sacando pesos de circulación.
Tal como lo vienen anticipando las consultoras privadas, el ministro de Economía, Luis Caputo, dijo que la inflación de febrero se va a ubicar “más cerca del 10% que del 20”. Ese dato obedece, entre otras cuestiones, a la fuerte caída de pesos circulantes y a la baja de la demanda.
Por un lado, la inflación de alimentos volvió a mostrar en la segunda semana de este mes algo que podría parecer una paradoja, pero que en realidad deja en evidencia el menor arrastre estadístico que dejó enero para el mes en curso: por segunda vez subió la medición semanal y, al mismo tiempo, bajó la mensual.
De acuerdo con el último relevamiento de la consultora LCG, el aumento semanal de los precios de alimentos fue del 4%, con un 7,5% acumulado en lo que va de febrero, en tanto el incremento mensual (en rigor, el acumulado en cuatro semanas), fue del 11,9% promedio y 12,3% en la punta a punta.
Ello implica que la velocidad a la que ajustan los precios es la mitad de la que había hace un mes cuando la inflación trepó al 20,6% de enero. Y si uno se corre 30 días mas atrás estaba al 25%.
Según destacan los analistas, la inflación del mes pasado está compuesta por una alta inercia. Se estima que la mitad de la misma obedece a un “subo precios por las dudas” del comerciante que teme a quedarse corto al momento de renovar mercaderías. Pero en febrero ese efecto ya es muy bajo, señalan y por ello el ritmo la velocidad de los precios habría bajado al 10%.
La desaceleración de la inflación inercial quedó reflejada en el último dato sobre precios mayoristas que brindó el INDEC este lunes. El organismo informó que durante enero y tras los fuertes aumentos de diciembre, el índice reflejó una fuerte desaceleración aumentando por debajo del índice general de precios del primer mes del 2024.
El nivel general del Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) registró un aumento de 18% en enero de 2024 respecto del mes anterior. Es decir, que la inflación mayorista fue más baja que la minorista. Esta variación es consecuencia de la suba de 19,6% en los “Productos nacionales” y de 5,1% en los “Productos importados”. En diciembre habían subido 54%. Es muy probable que estos 30 puntos menos que no se aplicaron ahora las empresas busquen recuperarlos más adelante.
Secando la plaza de pesos
Por otro lado, el gobierno está secando la plaza de pesos. La consultora Sarandí afirma que “está en marcha un proceso muy duro de contracción en la oferta de dinero, con una estrategia de pinzas”.
“La primera medida al respecto fue la reducción de la tasa de interés, para licuar los ahorros y reducir la creación de dinero endógeno. Posteriormente se procedió a eliminar las fuentes de financiación espuria, en el marco de la consecución del equilibrio fiscal”, añade la consultora.
Sarandí sostiene que “al mismo tiempo, el Gobierno alivió el stock de pasivos remunerados del Banco Central con una migración a instrumentos del Tesoro y cancelando las Letras Intransferibles”.
De ese modo, afirma que “hoy la principal fuente de emisión es la compra de dólares comerciales”.
“Neteando los demás componentes su incidencia se esteriliza. Con todo, la base monetaria se posiciona en niveles mínimos desde inicios de siglo (menos de 3% del PBI) y el circulante en poder del público ya cae 51,2% en febrero, en términos reales. Es una desmonetización monumental de la economía”, advierte la consultora..
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