Son la única fuente genuina de la Argentina para pagar importaciones y deudas con el exterior. Si caen sube el riesgo país. Por qué no se puede levantar el cepo.
De acuerdo con datos del Banco Central de la República Argentina al 18 de julio pasado, la entidad contaba con reservas internacionales brutas por u$s27.607 millones, cifra que es apenas u$s1.842 millones superior a la que había el mismo día del año pasado.
El dato implica que la situación de credibilidad del país no ha cambiado mucho entre el anterior gobierno y este, que se supone, tiene al “mejor ministro de Economía de la historia”, según señala el presidente Javier Milei.
Las reservas internacionales son el único instrumento que tiene la Argentina para enfrentar pagos ante el mundo, ya que dada la historia de incumplimientos que registra el país, carece de acceso a financiamiento internacional.
Este año el Banco Central llegó a mostrar reservas por algo más de u$s30.000, pero que luego bajaron debido a los pagos que hubo que hacer al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a los bonistas en dólares. Toda la mejora se logró gracias a que se mantuvo el cepo.
La importancia de las reservas
El dinero acumulado en los primeros seis meses casi equivale a las importaciones que no se pagaron entre enero y abril, porque hay que recordar que durante la primera mitad del año el actual gobierno, al igual que el anterior, mantuvo un esquema que obliga a los exportadores a pagar sus compras en plazos. En este caso, es en cuatro pagos mensuales. Para junio, entonces, ya el flujo se ubicó en el 100% y por eso el Banco Central, que venía comprando reservas por u$s2000 millones promedio mensual, dejó de acumular.
De los u$s27.607 millones actuales, la mayoría se compone del resultado de préstamos que se tienen que devolver dentro de un año. Salvo el oro, que recientemente fue enviado al Banco de Londres para cobrar mayores intereses. Allí figura un swap de monedas con China.
Si se despeja todo ese componente, al final de la cuenta las reservas internacionales líquidas de la Argentina son negativas en algo más de u$s4.000 millones. Eso quiere decir que si hubiera que devolver todos los dólares de las reservas ahora, todavía faltarían unos u$s4.000 millones.
Es por eso que el rango de acción del gobierno está limitado en tanto no pueda regresar al mercado global a emitir deuda en dólares. El país está prácticamente conminado a funcionar con la cantidad de dólares que entran y se van en la diaria. Un exportador liquida sus divisas y un importador las compra. Lo que sobra de esa operatoria pasa a constituir reservas. Por el contrario, si no sobra el BCRA tiene que vender parte de sus reservas.
A todo ese esquema hay que agregar el flujo de dinero de pagos de servicios, cobros de el exterior y demás flujos financieros.
La situación económica
Es por eso que el momento económico, aunque mejor que el del año pasado, sigue siendo delicado, y deja pocas chances para que el gobierno pueda levantar los controles de cambio. El actual equipo económico recibió el país con reservas líquidas negativas por algo más de u$s11.000 millones, y las pudo recomponer por un breve tiempo hasta dejarlas en nivel positivo. Después tuvo que hacer pagos y quedaron nuevamente abajo.
Como las reservas son el único respaldo que tiene la Argentina para garantizar el pago de sus deudas, toda aquella medida del gobierno que pueda complicar la acumulación de dólares impacta negativamente en el precio de los bonos argentinos que cotizan en Nueva York. Son los bonos del canje que hizo el ex ministro Martín Guzmán. Esos títulos valen ahora el 30% de su valor nominal. Hace un par de meses valían el 50%.
Ese camino ascendente determinó que bajara el riesgo país y que en algún momento del primer cuatrimestre se pensara en que antes de fin de año ese indicador estaría tan bajo que le permitiría al gobierno volver al mercado a buscar financiamiento. Para poder emitir nuevamente se necesita que el riesgo esté en 700 puntos. Eso implica al valor de hoy una tasa anual en dólares de cerca del 11,5% anual.
El riesgo país llegó a bajar hasta los 1.100 puntos, pero ahora volvió a estar cerca de los 1.600 debido a que el mercado detecta que la regla anunciada por Luis Caputo el fin de semana pasado, de que va a vender dólares en los mercados financieros para retirar los pesos que emita el BCRA para comprar las divisas de los exportadores, a la larga dejará menos dólares en las reservas. Es decir, para el mercado, el gobierno argentino da señales que no garantiza que va a tener dólares suficientes para pagar sus deudas cuando vayan venciendo desde el 2025 hasta el 2027.
Todo ese escenario, junto con la cuestión del exceso de pesos que emitió el gobierno de Alberto Fernández, sobre el final del año pasado cuando el ex ministro Sergio Massa encaró una agresiva política de baja de impuestos financiada con emisión, en medio de la campaña presidencial, es lo que mas complica la normalización de la economía. Los operadores entienden que además de faltar dólares están sobrando unos $10 billones. Si se levantara el cepo en las actuales condiciones, sin un programa econmico más integral y coordinado, podrían irse a comprar dólares.
Una solución parcial: el gobierno confirmó que está tratando de conseguir un préstamo por u$s2.800 millones de bancos internacionales para ver si puede ir aflojando las restricciones cambiarias sin generar un descalabro con el tipo de cambio.
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