Trelew: ¿se vuelve a complicar la situación de la maestra acusada de abuso sexual?

La situación judicial de la docente acusada de abuso sexual en Trelew se agravó luego de que un tercer niño declaró en Cámara Gesell haber sido víctima en las aulas de la Escuela 201 "Atilio Viglione" de Trelew. El menor, que actualmente tiene 9 años, relató que durante 2024 fue tocado en dos partes de su cuerpo mientras cursaba segundo grado.

Este nuevo testimonio complica el panorama para la maestra Roxana Ortega, quien ya enfrentaba imputaciones por el abuso simple de dos menores de 7 años en el mismo establecimiento educativo del barrio Los Aromos.

La información fue confirmada por la penalista Gladys Olavarría, quien actúa como querellante representando a las familias de los ahora tres menores involucrados.

La investigación, en tanto, está bajo responsabilidad de la fiscal Claudia Ibáñez, quien inicialmente había evaluado que existían elementos suficientes para avanzar hacia un juicio oral por los dos primeros casos, aunque esa posibilidad parecía debilitada desde que en noviembre del año pasado, luego de cuatro meses de prisión preventiva domiciliaria, la maestra fue liberada.

El caso, que se había iniciado con fuertes denuncias y conmoción entre los padres de la escuela, dio paso también a una serie de marchas de respaldo a la docente por parte de quienes sostenían que la acusación se trataba de una maniobra mentirosa.

Lo particular de esta tercera denuncia es que el niño había sido considerado inicialmente como testigo de los episodios ocurridos en el aula de segundo grado. Sin embargo, la jueza Ivana González ahora decidió reclasificarlo como víctima tras sus repetidas manifestaciones.

"El chico en varias ocasiones dijo que quería hablar y contar algo que no había contado antes, sólo a su mamá, a quien le decía que había sufrido la misma circunstancia que una de las víctimas originales", explicó Olavarría sobre el cambio en la situación procesal del menor.

Según indormó, el niño había expresado estos mismos indicios ante el Servicio de Asistencia a la Víctima y el Equipo Técnico Multidisciplinario.

Cámara Gesell en Trelew

Durante el último verano, después de una intensa discusión jurídica con la defensa, la jueza resolvió realizar una nueva Cámara Gesell para escuchar directamente al menor.

En la sesión, se conoció ahora, el protocolo no permitió que las partes formularan preguntas al niño. Únicamente pudo intervenir la psicóloga, a quien el menor le narró los hechos ocurridos en el aula con la docente, incluso plasmando por escrito lo sucedido.

Posteriormente se realizó una nueva audiencia en la que la jueza González determinó que el niño, ahora en calidad de víctima, deberá someterse a un psicodiagnóstico.

Este procedimiento tiene como objetivo determinar posibles daños y secuelas, perot también verificar si su relato no podría estar construido con ayuda de algún adulto.

La magistrada también extendió el plazo de investigación hasta el 24 de agosto. Para esa fecha, si el psicodiagnóstico corrobora los hechos denunciados, tanto la Fiscalía como la querella deberán presentar sus acusaciones formales contra la imputada, que se encuentra en libertad desde noviembre de 2024, tras haber cumplido cuatro meses de prisión domiciliaria preventiva.

Un caso que dividió aguas en Trelew

El caso había salido a la luz con su detención en julio del año pasado, e inicialmente generó una serie de fuertes reclamos de las familias de la escuela pidiendo justicia. Pero con el tiempo, se generó también una importante polarización en la opinión pública, con algunos colegas y allegados de la sospechosa que opusieron marchas de apoyo ante el enojo de los padres. Sostenían que las acusaciones eran mentirosas.

Durante la etapa de investigación, la fiscal Ibáñez había destacado las particulares características del lugar donde ocurrieron los hechos. "Al denunciar, los padres hablaron de un aula detrás de un escenario. En la inspección ocular se constataron dos aulas lejos de las otras, detrás de un telón, escondidas", había sostenido la funcionaria judicial.

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Padres en una protesta en la puerta de la Primaria de Trelew, luego de la denuncia de abusos contra una maestra.

La configuración del aula fue un punto importante. Como anteriormente funcionaba un jardín de infantes, el baño está ubicado dentro del aula. "Nos llamó mucho la atención porque no estamos acostumbrados a que estén separadas del resto y con estas condiciones, que en general no tienen las aulas de la primaria", había explicado la fiscal en diálogo con Diario Jornada.

Luego de la conmoción inicial, cuando el ministerio de Educación de la provincia intervino y puso inspectores a cargo de la escuela, se implementaron varias medidas tendientes a minimizar el impacto traumático del episodio en los menores.

Por ejemplo, cambiaron de aula a los alumnos de 2° grado y designaron a un docente varón al frente del grupo. Los dos menores señalados como víctimas desde el primer momento, tanto como el tercero que se suma ahora en la causa en esa condición, pudieron completar el año escolar.

En los dos primeros casos, según la Fiscalía, el examen psicodiagnóstico reveló indicadores de abuso infantil con una afectación muy notoria en las víctimas.

La situación de la maestra

La imputación que enfrenta la docente contempla una pena de 3 hasta 10 años de prisión por los delitos de abuso sexual agravado por su condición de encargada de la educación de las víctimas.

Cuando en noviembre le levantaron la preventiva, un psicólogo presentado de la defensa había expuesto que el testimonio de un niño y presunta víctima de la imputada "no presenta un relato verosímil". El perito sugirió así que sus dichos carecían de credibilidad.

Según trascendió extraoficialmente, esa evaluación resultó determinante para el cambio de criterio en la medida cautelar, motivando a la jueza González accediera a liberar a la acusada. Pocos días despuiés, la docente habló públicamente por primera vez de los graves cargos que le imputaron y dijo que acusaría a los padres que, a su entender, la acusaron indebidamente y con mala intención.

El proceso siguió su curso y ahora su situación parece volver a complicarse.