Amor, locura y violencia: así fueron los días en fuga de Soto, el "asesino zarpado"
A Soto lo atraparon trabajando en narcomenudeo en Cinco Saltos. Tenía programado juntarse con la ex que había amenazado de muerte.
Un minucioso trabajo de investigación debió realizar la fiscalía de Violencia de Género en conjunto con el departamento de Delitos de la Policía para detener a Pablo Soto, el “zarpado asesino” que se escapó el primero de septiembre de U22 de Cutral Co con la finalidad de asesinar a su expareja.
Los detalles del caso transcendieron en gran medida en la audiencia de formulación de cargos que concretó la fiscal Eugenia Titanti y el asistente letrado Bruno Miciullo que acusaron a Soto por amenazar a su pareja y fugarse de la cárcel.
El juez de garantías Luis Georgetti dio por formulados los cargos y fijó un plazo de investigación de dos meses. En cuanto a la prisión preventiva hizo lugar al requerimiento de la fiscalía, pero por el término de 15 días, a los fines de volver a evaluar los riesgos procesales al finalizar ese plazo. También ordenó la prohibición de acercamiento o cualquier tipo del contacto del imputado con la víctima.
La llamada detonante: “Me quiero separar”
El 1 de septiembre de 2024, la mujer se presentó en la Comisaría 16 de Neuquén para denunciar a su expareja, Soto, quien se encontraba detenido en la Unidad 22.
La mujer contó que había tenido una conversación telefónica con Soto, alrededor de las 20, y ella le comunicó su deseo de separarse. Este deseo desató una reacción violenta por parte del preso. La amenazó de muerte, diciendo que la mataría a ella, a sus padres ya sus hijos, y además manifestó su intención de fugarse de la cárcel.
Esta denuncia activó el protocolo de seguridad en la Comisaría 16, que inmediatamente se comunicó con la Unidad 22 para verificar la situación. Alrededor de las 22 el personal penitenciario constató que Soto efectivamente se había fugado.
La mujer proporcionó los números de teléfono tanto de ella como de Soto, y la policía solicitó informes de geolocalización y de las comunicaciones para confirmar la situación.
A las 22:37 h de ese mismo día, el celular de Soto se inactivó, lo que confirmó que estaba prófugo.
Bajo custodia, pero en contacto
Debido a las amenazas, la Fiscalía dispuso una consigna policial permanente para proteger a la mujer y su familia.
En los días que siguieron, Soto continuó comunicándose con la víctima desde distintos números, “insultándola, maltratándola y hostigándola”, contó Titanti en la audiencia.
A la mujer se le brindó contención y asistencia, tanto a nivel policial como del Servicio de Atención a Víctimas y Testigos, considerando su situación de vulnerabilidad, ya que no contaba con servicios básicos ni medios para protegerse a sí misma. Tremendo.
Posteriormente, la víctima acudió nuevamente a fiscalía para ampliar su denuncia, confirmando que Soto seguía llamándola y amenazándola desde diferentes teléfonos. Esto motivó el inicio de intervenciones telefónicas para rastrear a Soto. Sin embargo, él cambiaba tanto de número como de dispositivo cada cinco días, lo que complicaba su localización.
En varias de las conversaciones interceptadas, Soto reconocía que lo estaban escuchado. Lo que demuestra que no hay tarea investigativa que no conozca un delincuente.
Una changa narco en Cinco Saltos
Las tareas de seguimiento telefónico comenzaron a dar resultados cuando se logró captar que las llamadas de Soto impactaban en antenas de la localidad de Cinco Saltos.
Si bien continuaba cambiando de dispositivos, permanecía en la misma zona, lo que permitió a la policía desarrollar tareas de observación en la zona.
Finalmente, se descubrió que Soto se encontraba refugiado en la casa de una mujer conocida por estar vinculada al narcomenudeo.
Ante esta situación, y luego de verificar que Soto estaba planeando un encuentro con su ex, las autoridades decidieron avanzar con un allanamiento antes de que el encuentro se concretara porque representaba un alto riesgo para la integridad física de la víctima.
La fiscalía aclaró en la audiencia que, durante este mes y medio de investigación, la mujer estuvo sumergida en el círculo de la violencia. Incluso intentó retirar en varias oportunidades la denuncia argumentando que las amenazas no habían sido tan graves y que su intención inicial había sido más bien denunciar la fuga de Soto, no las amenazas.
Pese a esto, la fiscalía entendió la crítica situación en la que estaba la mujer y mantuvieron la investigación.
La recaptura
La recaptura de Soto fue el resultado de un operativo exhaustivo que comenzó tras rastrear sus llamadas en la zona de Cinco Saltos. A pesar de que Soto cambiaba de número y dispositivo cada cinco días, las autoridades lograron identificar un patrón: siempre se mantenía en la cobertura de la misma antena.
Tras días de observación discreta, se descubrió que estaba oculto en la casa de una mujer identificada como Mercado, vinculada al narcomenudeo. A través de intervenciones telefónicas, descubrieron el encuentro con su expareja, por lo que debieron agilizar la recaptura que se concretó con las primeras luces del 17 de octubre.
Los pesquisas de Delitos contaron con el apoyo de la brigada de investigaciones de Cinco Saltos y el grupo especial COER. Soto no opuso resistencia y ya se encuentran detenido en Neuquén.
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