Insólito: lo descubrieron con una moto robada cuando la llevó al mecánico
El delincuente tiene ya varios antecedentes y hasta protagonizó una fuga de una comisaría. Le dictaron prisión domiciliaria por dos meses.
Un delincuente con antecedentes fue acusado y quedó con prisión domiciliaria luego de que la Policía lo descubriera en poder de una moto robada horas antes. Todo salió a la luz porque el imputado la llevó a ser revisada por un mecánico. El sospechoso tiene dos condenas previas.
En una audiencia realizada el miércoles en la Ciudad Judicial, el asistente letrado Luciano Vidal formuló cargos a un varón por tener en su poder una moto que había sido robada "a sabiendas de su origen ilícito".
Según detalló, el 20 de enero alrededor de las 18, personas no identificadas hasta la fecha, robaron una moto que su propietario (la víctima) había dejado estacionada sobre calle Santiago del Estero, en la capital. Al día siguiente, alrededor de las 13:30, el acusado llevó la motocicleta a un taller mecánico para su arreglo.
El dueño del comercio, al notar un comportamiento extraño del acusado, alertó al personal policial, quienes llegaron al lugar, verificaron que recaía un pedido de secuestro por robo sobre el rodado y detuvieron al imputado.
El delito atribuido al acusado, identificado como "L.N.C" es por encubrimiento por receptación dolosa, agravado por habitualidad, en calidad de autor.
Delincuente reincidente
Además, se informó que el imputado ya tiene antecedentes, por lo que el representante de la fiscalía requirió imponerle una prisión preventiva por el plazo de dos meses. Fundó el pedido en el riesgo de fuga, considerando la conducta del acusado. En ese aspecto, detalló que en febrero de 2024 fue condenado a un año y dos meses de prisión efectiva, con la declaración de reincidencia por delitos contra la propiedad y encubrimiento.
Asimismo, se dictó la primera reincidencia, teniendo en cuenta que con anterioridad a esa sentencia, cumplió otra condena. “El imputado tuvo facilidades para fugarse de las comisarias en las que estuvo alojado”, indicó Vidal.
Sobre esta línea, Vidal agregó que a esa audiencia condenatoria llegó detenido en prisión preventiva, medida que fue impuesta a los fines de llevar adelante el juicio de responsabilidad; y que toda situación agravaba el proceso penal. Luego fue alojado en la comisaría, de la cual se fugó junto a otras personas. A partir de eso, se realizaron intervenciones telefónicas y aproximadamente en un mes y medio, fue capturado y reingresó a la comisaría para finalizar la condena.
El 15 de abril, una jueza de ejecución dejó informadas las circunstancias sobre las medidas cautelares, impuestas por estos antecedentes penales e informó la evasión y recaptura del acusado. “Es un dato objetivo; entiendo que de recuperar la libertad, no se someterá al proceso”, sostuvo y agregó: “Los rondines no serán suficientes, así como tampoco un dispositivo electrónico”, afirmó.
Por último, el asistente letrado afirmó que la medida de prisión preventiva es necesaria además para resguardar la integridad del testigo y para poder llegar a un juicio de responsabilidad.
Tras escuchar a las partes, el juez de garantías Juan Kees dio por formulados los cargos y fijó un plazo de investigación por un mes. En cuanto a la medida cautelar, dispuso la detención domiciliaria por el plazo de dos meses, bajo el control de tres rondines diarios y sorpresivos; y le prohibió comunicarse o amenazar al testigo del hecho. Le expresó al acusado que “al primer informe elaborado por la comisaría que constate que en uno de los controles policiales no estaba en el domicilio, pasará a estar detenido en prisión preventiva”, indicó.
Entre su fundamento, el magistrado explicó que se trata de un hecho de encubrimiento cometido sin violencia y se refirió a la crisis carcelaria que atraviesa la provincia. “Hay muchos casos en los deben extremarse los esfuerzos para que los riesgos procesales puedan ser cautelados con medidas más gravosa”, sostuvo.
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