Un año de incertidumbre: convocan a marchar por la muerte del soldado Pablo Córdoba
El oscuro primer aniversario de la muerte se cumple este sábado 1° de junio. La familia pide que se avance con las imputaciones.
A un año de la muerte del soldado Pablo Córdoba y sin respuestas ni responsables, su familia pide que la comunidad los acompañe en una nueva marcha en pedido de Justicia. Caminarán hasta las puertas del Grupo de Artillería 16, donde se encontró al soldado de 21 años con dos disparos a la cabeza mientras cumplía una guardia y el mismo cuartel donde en 1994 fue asesinado Omar Carrasco, por quien se puso fin al servicio militar obligatorio en la Argentina.
Cabe recordar que en noviembre pasado, a cinco meses del hecho, tras recibir la autopsia y la reconstrucción del hecho, el juez Hugo Greca cambió la carátula del caso a homicidio. Hasta entonces, las actuaciones se centraban en la investigación de una muerte sin participación de terceras personas, en línea con la hipótesis del suicidio que sostiene la cúpula militar.
Uno de los factores que no coincidía con esto era, además de la imposibilidad de que se produzcan dos disparos en un suicidio, la falta de rastros de pólvora en las manos del soldado, quien necesariamente debía tener algún rastro de haber sido quien hubiera disparado.
Impulsados por esto y otros elementos de prueba, la familia de Pablo logró el cambio de carátula, pero lamentablemente, esto no hizo las cosas más fáciles.
"Después de que denunciamos al juez penalmente por todo el maltrato que sufrimos (también se cree que benefició a militares pasando información de la causa), él ha tomado una postura muy hostil, muy dejada y la causa no ha avanzado en absolutamente nada. Se pidió desde fiscalía que se abra la investigación para los jefes que estaban en ese momento, pero todavía estamos a la espera de que se los impute", contó Natalia, la madre del soldado fallecido.
Asimismo, recordó que todos los militares, oficiales y suboficiales, que estaban la madrugada en que murió Pablo Córdoba, fueron trasladados a regimientos ubicados en distintas provincias del país, presuntamente para sacar la sospecha de ellos y alejarlos del hostigamiento. "Sentimos que es un premio que les han dado", señaló la mujer.
Este próximo sábado 1° de junio se cumplirá un año de la ausencia de Pablo, pero también un año de lucha, lágrimas e incertidumbre.
"El día a día nos cuesta muchísimo, es muy duro tener que levantarnos y esperar a Pablo o querer que vuelva el tiempo atrás, es algo que uno no puede asimilar fácil y es un año que ha sido muchísimo más duro porque tenemos que estar peleando constantemente contra dos poderes como es el Ejército y la Justicia, representada por el juez Greca. Tenemos el corazón destrozado y nuestras cabezas agotadas porque ya no sabemos a dónde recurrir para que alguien nos escuche. No nos abren las puertas y eso también es doloroso porque nadie quiere involucrarse y dar pelea junto a nosotros", lamentó Natalia.
Aún así, la familia del soldado no baja los brazos y este sábado a las 17 se reunirán en la explanada municipal de Zapala, donde esperan que vecinos se les sumen en su reclamo para que la causa avance y el crimen de Pablo no quede impune. Desde allí, marcharán hasta las puertas del regimiento en el que el joven se desempeñaba.
"Hay un montón de evidencia que indica que a Pablo lo mataron, logramos que cambien la carátula y el juez no puede seguir planteando hipótesis de suicidio, aunque evidentemente él cree que tiene el poder para hacerlo", sostuvo la mujer.
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