La polémica en el colegio confesional por el gas empezó hace unos meses. Los padres hicieron reclamos, incluso hubo alumnos enfermos porque en algunas aulas tuvieron que apagar los calefactores en pleno invierno para evitar los olores, de acuerdo a lo que informaron a LM Neuquén.
El drama siguió y desde el 5 de septiembre no hay clases debido a que Camuzzi Gas del Sur sacó el medidor al detectar una pérdida de magnitud en una prueba de hermeticidad.
El colegio empezó a hacer las obras para revertir el problema pero se encontró con dificultades, ya que las cañerías tienen más de 50 años, cuando vivía el fundador del colegio, el padre Jacinto Stabile.
En ese entonces, regían otras normas de seguridad que hoy no están autorizadas por el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), por lo que hubo que hacer adecuaciones más extensas.
De acuerdo con lo que dijo en declaraciones radiales Ferber, director del establecimiento, las obras podrán terminar el próximo miércoles cuando presentarán la documentación en Camuzzir.
Hace falta una inspección en cañerías y artefactos y darán una fecha para restablecer el servicio.
El colegio tuvo que hacer una gran inversión para solventar la obra, que incluyó también nuevos calefactores, y todavía no saben cómo la van a recuperar.
El Virgen de Luján es un colegio público de gestión privada (salesiano) reconocido en la ciudad.
Un gimnasio que nunca se terminó
El colegio Virgen de Luján también tiene un secundario. El año pasado tuvo un problema con la autorización de la obra de un gimnasio que, según el Municipio de Centenario, no se encuadraba en las normas máximas de altura. El gimnasio sigue todavía sin avances de obra.