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Agostina: las medallas y una historia de superación y lucha por la identidad

La bicampeona en ciclismo de los Juegos Epade, de 16 años fue la primera deportista transgénero en competir en una competencia oficial. Su lucha por la identidad de género y su gran presente. Imperdible.

Agostina Seguel hizo historia en los Juegos Epade que se disputaron esta semana en La Pampa. Y no precisamente por las dos medallas de oro y otra de plata que luce orgullosa en su pecho, como integrante del seleccionado neuquino de ciclismo, sino porque se convirtió en la primera deportista transgénero en participar en el certamen que acaba de cumplir su 15° edición. Su decisión abre un camino de superación en la lucha por la identidad de género qué también vienen pregonando hace tiempo las diferentes organizaciones sociales, incluidas las entidades deportivas.

El nivel de exposición la puso en una situación estresante para sus jóvenes 16 años pero no se notó para nada a la hora de salir a competir. Nunca perdió concentración y la compensación llegó con los triunfos en las pruebas de contrarreloj por equipo (4 km) y la modalidad individual (10 km), más la presea de plata en los 40 kilómetros en pelotón en ruta que se realizaron en Toay.

“Fue una semana inolvidable porque aprendí un montón en estos días y se me hizo larga la semana” cuenta a LM Neuquén la bicampeona que estuvo “muy movilizada, y lloraba por cualquier cosa”.

Es que la felicidad del presente también le traía a la memoria el lastre de los duros pasajes de su vida en la que sufrió actos de discriminación. Por eso se quiebra y al mismo tiempo el rostro se le ilumina de felicidad porque entiende que estas lágrimas del presente son de las de un tiempo nuevo, de abrazos y respeto.

Sorprendida por esta mezcla de sensaciones se le vino a la memoria aquel día en el que tuvo que asistir a su primera clase de educación física. “Fui apenas tres días. Deje de ir por la incomodidad que me generaba estar entre varones. Pensar que la desaprobé y hoy estoy acá”, se jacta acompañando la expresión con una carcajada jocosa.

Agostina comenzó la transición hace unos dos años y tomó el nombre de su mamá cuando cambió su DNI pera registrar su nueva identidad.

El deporte no figura entre sus prioridades y entró en su vida casi por casualidad. “Es que siempre me dediqué más que nada al arte: a dibujar, a actuar. El teatro me encanta pero luego cerraron las escuelas en mi ciudad, Zapala, así que tenía que buscar algo nuevo para hacer. Así fue como empecé a hacer ciclismo un poco para acompañar a mi tía Jazmín Contreras” recordó y se quiebra cuando menciona a su hermana Morena: “Es que ella siempre me acompañó para que yo pudiera tener mi bici. También mi familia, mi abuelo fueron muy importantes en todo esto que hoy vivo”, comenta.

Los inicios no fueron fáciles. “La idea inicial era aprender y divertirme, pero fueron difíciles los comienzos. Me costó un montón aprender sobre las carreras pero como soy muy constante y siempre afronto las cosas con el objetivo de superarme a mi misma, fui avanzando”.

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Con esta actitud llegó a la selección. No dudó en inscribirse cuando se abrió el registro para formar el seleccionado provincial. Encontró en el entrenador Juan Pablo Raffler y el ministerio de Deportes todo el apoyo y el respaldo legal para poder integrarse a la rama femenina en la cual se siente más cómoda.

“A todos les estoy muy agradecida porque me abrieron las puertas y me hicieron sentir muy bien”, destaca.

“Fue súper lindo conocerlas y me sume al equipo con esta idea: la de aprender porque para mi ya es un logro haber participado de estos Juegos. Si nos iba bien o mal no importaba. La idea era hacer un aprendizaje. Esforzarnos para superarnos a nosotras mismas fue el objetivo”, señala.

Consciente de que a partir de ahora con su decisión abrió un camino señala: “Me gusta la idea de que muchas personas se sientan identificadas conmigo y vean qué así como yo estoy empezando, también lo puedan hacer ellas”, alienta.

La experiencia no podía ser mejor para la joven zapalina porque además su actuación se coronó con tres medallas. “Valió la pena haber venido”, dijo sonriendo. “Di todo lo de mi para ganar e ir posicionándonos mejor como equipo. Hay que tener en cuenta que muchas chicas vienen del mountain bike. Yo hago ruta y nunca había corrido una carrera. Pero tuve el acompañamiento de un grupo de personas que sabe un montón, mi profesor Benjamín Contreras, “Cacho” Dinamarca allí en Zapala y los entrenadores Juan Pablo (Raffler) y Cristina (por Cazayous la otra integrante del staff de la Selección provincial). Haber ido a las concentraciones fue otra cosa fundamental porque es una experiencia cercana a las carreras. Allí vi mis puntos débiles y los empecé a trabajar para mejorarlos”, afirma.

Además –agrega- “fue muy emocionante representar a la provincia. Todo eso lo imaginaba pero no lo veía real. Fue muy gratificante”, recalca.

Considera que la Ley de Género “es fundamental porque la comunidad ha sido apartada y que haya inclusión y respeto de parte de todos, es un gran avance”.

Agostina alienta a no estigmatizar a las personas. “La gente por el miedo a preguntar no habla y así nos quedamos con la duda que nos deja en la ignorancia. No aprendemos de los demás, que es algo muy importante”, puntualizó.

En cuanto a las organizaciones de género dice: “que si bien hoy ya no estoy en ningún colectivo sí tuve el acompañamiento de la secretaría de Diversidad y Género de Zapala que me ayuda un montón”.

En este sentido explica que son necesarias porque “hay mucha desinformación sobre la manera de proceder sobre estos temas. Si buscas en internet no hay nada y se retrasan un montón las cosas. Por ejemplo, en el registro civil, no se procede con los papeles como corresponde para que todo sea más rápido, como dice la Ley (de Género) siendo que fue una experiencia que nos hizo aprender a todos. En mi escuela, tuve un buen recibimiento. Se hicieron cursos para los chicos y para los profesores. Me acuerdo que en mi familia teníamos miedo al principio pero terminó siendo una de las experiencias más lindas de mi vida”.

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Sobre el trato que recibió dentro del equipo de parte de sus compañeras resalta que fue decisivo para poder estar. “Me sentí muy contenida. Me trataron con todo el respeto del mundo y eso es muy importante. Porque si queremos venir a un torneo y competir primero tenemos que sentirnos cómodos, terminar la jornada y disfrutar. Hubo contención de parte de todos, desde el primer día. Yo estaba muy nerviosa. Ellas se acercaron en todo momento, charlaron conmigo y me alentaron todo el tiempo. Sentí mucho cariño y apoyo del grupo. Fue una experiencia re linda, que nunca voy a olvidar”, resume emocionada la primera deportista trans del género femenino de Neuquén campeona en una competencia oficial.

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