La ilusión de Billi Godoy duró apenas tres rounds: El Niño cayó por nocaut

No fue una pelea fácil. Lo sabía Billi Godoy de antemano y por eso no sorprende tanto la derrota ante el invicto Erik Bazinyan, en la fría Montreal (Canadá) en la madrugada argentina del viernes. En la pelea estaba en juego la corona de la categoría supermedianos de la Federación Norteamericana de Boxeo.

Las ilusiones del neuquino se derrumbaron en un puñado de minutos ante el nacionalizado canadiense, quien confirmó sus dotes de noqueador al tirar al Niño en el tercer asalto.

La pelea se desarrolló en el Casino de Montreal, en una mega velada con varios títulos en disputa. El centenariense llegó con un interesante récord, al que ahora debe agregar una derrota más para quedar en 41 victorias, 20 K.O. y 8 caídas.

Bazinyan se presentó como un probador para las aspiraciones de un púgil que, con nueve años menos (28 contra los 37 del neuquino), proyecta su carrera hacia compromisos más exigentes.

En este contexto, Billi ofreció una buena chance hacia ese objetivo al campeón, aunque en desmedro propio ya que el centenariense construyó su carrera en categoría medianos y para este pelea debió subir de peso para estar dentro del límite de la división supermediano.

Billi Godoy no fue rival para Erik Bazinyan

Con lo cual, frente a un boxeador que hizo su récord –ahora de 32 victorias con 23 nocauts-, en esa categoría, claramente regaló un plus que de entrada lo ponía muy abajo en los pronósticos. El desarrollo de los tres rounds puso en evidencia estas diferencias.

De esta forma, no resultó extrañó que a los 2 minutos y 23 segundos del tercer asalto, Billi Godoy fuera derribado por una potente mano que trizó de un puñetazo sus aspiraciones de llevarse el título.

El Niño, que por primera vez peleó por una corona en lo que parece ser será su nueva categoría, tendrá muchas cosas para corregir. Esta fue la tercera presentación en esta división y la primera derrota que sufrió, luego de ganar por puntos en las dos presentaciones anteriores.

Con 37 años, Billi comenzó el año con un traspié pero aspira a seguir probando con alguna otra pelea en su tierra o soñando con otra chance en el exterior.