Se cumple un año del "andá pa allá bobo", la frase de Messi que quedó en la memoria de todos
El astro argentino mostró su lado más maradoneano y enfrentó las críticas que había recibido en la previa desde Países Bajos.
El 9 de diciembre de 2022 no fue un día más. La Selección Argentina consiguió el boleto a las semifinales del Mundial de Qatar, superando el “rubicón” de los cuartos de final, como lo había denominado Alejandro Sabella. El rival fue Países Bajos, en un duelo que desde la previa prometía emociones fuertes. El protagonismo se lo robó Lionel Messi.
El capitán no solo hizo una gran tarea dentro de la cancha, sino que también se plantó contra los rivales ante los micrófonos. Tras la clasificación, una frase quedó en la memoria de todos: “Andá pa allá bobo”.
El cruce entre Argentina y el combinado dirigido por Louis Van Gaal en el Mundial de Brasil 2014 había dejado cicatrices en los europeos, así por lo menos lo hizo notar el entrenador en la conferencia de prensa previa, donde le puso picante al cruce y cometió su peor error: hizo enojar a Messi.
Van Gaal tiene un historial negativo con los futbolistas argentinos. Por empezar, fue quien marginó a Juan Román Riquelme del Barcelona, una situación que luego se repetiría con Ángel Di María en el Manchester United, razón por la cual Fideo lo llamó “el peor entrenador” que tuvo en su carrera.
La pregunta sobre los dichos de Di María encendió la mecha en la conferencia de prensa, cuando el holandés respondió. “No me gusta lo que declaró, es una lástima, pero así son las cosas. El entrenador a veces tiene que tomar decisiones que no siempre acaban bien. Él tuvo muchos problemas personales”, explicó.
Messi contra Van Gaal: la razón de su enojo en los cuartos de final
Aunque la cosa no quedó allí. Van Gaal avanzó sobre la figura de Messi, algo que sus compañeros usaron para mojarle la oreja. “Messi no juega mucho cuando el rival tiene la posesión del balón. Ahí es también donde están nuestras posibilidades”, dijo el entrenador, que agregó: “Ya lo supimos parar una vez”.
En la concentración, el capitán de la Selección Argentina fue advertido. “Che, boludo, ¿vieron lo que dijo? ¿Cómo va a decir eso, Leo?”, le dijo Rodrigo De Paul, uno de sus confidentes, mientras tomaban mate. “Él no dice nada, toma mate y está con el teléfono. No te muestra enojo ni calentura”, reveló más tarde el mediocampista.
Haya mostrado sus emociones o no en ese momento, las palabras de su rival ya habían encendido las llamas dentro de Leo, que salió a jugar el partido al mejor estilo de Diego Maradona, una versión desconocida de él para los argentinos hasta ese momento.
Lionel no solo fue “guapo” en ese partido: mostró una de sus mejores versiones futbolísticas en una Copa del Mundo. Asistió a Nahuel Molina en el primer gol y anotó el suyo de penal, donde encaró finalmente a Van Gaal y le hizo el topo Gigio –un guiño a Riquelme, otro denostado por el holandés.
El clima del partido sin embargo cambió, del ambiente de festejo a una pesadilla. Wout Weghorst, recién ingresado, anotó a los 83’ y a los 11 minutos de adición para llevar el partido a un alargue que luego desencadenó en los penales.
La historia es conocida: Dibu Martínez fue héroe y Argentina volvió a eliminar a Países Bajos en un Mundial, pero la tensión estaba lejos de bajar luego del pitazo final. Lionel –que luego se arrepintió- aprovechó para descargarse, lo fue a buscar a Van Gaal y le hizo el gesto de que “hablaba mucho”, antes de ser separado por el asistente Edgar Davids.
Lionel Messi y la entrevista que dio la vuelta al mundo
La mayor sorpresa, sin embargo, aún no había llegado. En una entrevista con el ceño fruncido, Messi volvió a dejar en claro el enojo que le había causado toda la situación. Esta vez se la agarró con el autor del doblete, Weghorst, a quien le espetó una frase que recorrería el mundo y quedó en la memoria de todos: “andá pa allá bobo”.
Lo cierto es que los jugadores se habían cruzado durante el partido, pero Weghorst quería pedirle la camiseta. Esta vez, el conflicto no “quedó en la cancha”, como suelen decir los jugadores. El holandés luego diría que lo respetaba, pero quedó decepcionado por la actitud.
"Quise darle la mano después del partido. Le tengo mucho respeto como jugador de fútbol pero él tiró mi mano a un lado y no quiso hablar conmigo. Mi español no es muy bueno pero me dijo palabras irrespetuosas y eso me decepciona, estoy realmente decepcionado", relató el delantero.
Ese día Messi repartió para todos lados: a Van Gaal, a Weghorst e incluso al árbitro Mateu Lahoz, a quien acusó de inclinar la cancha. El diez estaba desatado, tanto ante los micrófonos como dentro del campo de juego. Ese día nos dimos cuenta de que estaba decidido a traer la copa a Argentina y nos volvimos a ilusionar un poquito más.
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