El médico de Maradona dijo que no tiene miedo de ir preso pero pidió perdón

El polémico neurocirujano Leopoldo Luque, imputado en la causa por la muerte de Diego Maradona compitió con el regreso a la televisión de Marcelo Tinelli. El lunes, el médico del astro del fútbol fue la carta fuerte que jugó Telefe Noticias para cautivar a la audiencia y opacar el estreno de la nueva temporada de Showmatch.

Luque brindó una nota exclusiva en medio del escándalo, tras pedir la nulidad del informe de la junta médica que concluyó que el astro del fútbol agonizó durante 12 horas por la atención “indiferente, deficiente y temeraria” que recibió.

"Mi preocupaciones son mi familia, mis amigos y mis pacientes. Mi celular se lo llevaron, lo poco que puedo escuchar es de lo que me avergüenzo, lo que muestran en la televisión. De lo que tanto se me critican es lo que quieren mostrar. Pareciera que borran toda una relación y tratan de resumirla en una serie de mensajes de los cuales me arrepiento y pido perdón tanto a la familia como a la gente que lo quería mucho", manifestó el médico. "Espero que la fiscalía me devuelva el teléfono. Tengo muchos mensajes lindos de él", agregó.

"Trato de no exponerme, mis abogados dicen que hay que respetar el proceso de investigación", comentó para luego referirse al análisis que hizo la junta médica sobre el deceso de Diego.

"La muerte de Maradona fue un evento cardiológico agudo (un simple infarto). Lo que veo el error de la junta... Son muchos, errores conceptuales muy marcados. Soy neurocirujano, yo tenía una buena relación con Diego y usaba esa relación para lo mejor de él. Lo vieron más de dos cardiólogos, clínicos. Estuvo internado en una terapia, en la que hubo evaluaciones. En plena pandemia lo llevé a dos chequeos", afirmó contradiciendo lo especificado en la causa respecto a que no visitó a Pelusa en el último mes, en el country San Andrés en Tigre.

"Cuando lo veo a Diego no corroboro lo de los ojos hinchados. De hecho, hay una foto que circuló el 20 de noviembre y no está hinchado. No vi esa hinchazón. Al mismo tiempo, yo sabía que había gente que lo estaba cuidando, tenía internación domiciliaria", dijo.

Luque y Maradona, tras la operación.

"La pericia habla del equipo tratante, y me gustaría que la junta desglose quién es el equipo tratante. Yo no desvió mi responsabilidad. Lo que no quiero es que la responsabilidad de todos caiga sobre mí", reclamó.

"En la Justicia confío, en la junta no. Me encantaría que tengamos la posibilidad de que pueda ser evaluado por más profesionales", sentenció.

"Tengo que tratar de buscar las palabras para que las emociones no me ganen. Que digan que yo representé el peligro y lo dejé librado a su suerte es algo que es temerario, aventurado. Se metieron en terrenos judiciales, en potestades de los magistrados. Eso está muy lejos de la realidad, es una aseveración que no tiene sustento en el expediente. No tengo miedo de ir preso", aseguró antes de que nunca se quiso aprovechar del dinero de Maradona.

"Me quiso comprar una moto, él me decía cuál era la mejor, vamos a comprarte una. Tenés una persona que lo quiere, que lo banca y tenés gente que te critica. Todos sabemos lo que busca esa gente. Podés estudiar mis cuentas bancarias, yo no gané dinero con Diego. No le robé y no lo usé", recalcó. "Lo conocí hace cuatro años. En el último, cuando viene a la Argentina, ahí cobro, pero no es mi ingreso principal. Uno trabaja y hace su función. Uno tolera ciertas circunstancias para ayudar a un paciente", añadió.

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"Jamás pensé que se iba a morir", declaró luego de que el entrevistador le hizo escuchar un audio donde se especula con una autopsia, cuando Maradona estaba vivo y otro en el que revela que podía morir. "El objetivo era asustarlo a él y a la gente alrededor con el objetivo de lograr un beneficio para Diego, no lo interpretaba como una posibilidad real. Lo que uno veía era un daño con la mezcla de alcohol, pastillas y la marihuana que nunca pude constatar porque en el mundo Diego... mi celular es de conocimiento público, pueden ver entretejidos de todo tipo, todo el mundo opinaba cosas, a veces por un beneficio particular", señaló.

"Yo no me podía poner la campera de la DEA y hacer una requisa dentro de la casa. Trataba de hablar con Charly. Diego nunca me reconoció eso, pero yo alertaba de eso pese a no tenerlo confirmado (sobre sus adicciones). Todo el mundo conocía el problema, la familia también", remarcó.

En relación a la psiquiatra Agustina Cosachov, expresó: "La llamé yo. Me la recomiendan de todos lados, yo se la presente y generan un buen vínculo. Yo nunca lo vi insano a Diego, él tenía trastornos por culpa del alcohol. Agustina le hace traspaso de medicaciones. Diego jamás tuvo trastorno cognitivo permanente. Una persona alcoholizada no tiene uso de razón. Estaba mal, dejaba de tomar y a los dos días estaba perfecto. En el medio vamos tirando diagnósticos, son charlas privadas entre profesionales".