El video donde el hijo de Darío tuvo algo con Furia en Gran Hermano
A pesar de que su padre le había advertido, Francisco pasó una noche íntima con Furia y generó polémica.
La casa de Gran Hermano volvió a ser escenario de un inesperado romance que dejó a todos boquiabiertos. La partida de Mauro Dalessio no solo alteró la dinámica del juego, sino que también abrió las puertas a nuevas y sorprendentes conexiones entre los participantes. Tal fue el caso de Juliana "Furia" Scaglione y Francisco Martínez, el hijo de Darío, cuyo acercamiento se convirtió rápidamente en el centro de atención.
Desde la entrada de los familiares y amigos de los concursantes, Furia quedó deslumbrada por Francisco, a pesar de las advertencias de su padre. En una charla casual en el patio, Furia no dudó en expresar su atracción. “¡Basta, Pancho! ¡Dejá de enamorarme! ¡Cortala!”, exclamó ella, a lo que él respondió con un coqueteo: “No puedo, bolud... Me nace. ¿Qué querés que le haga?”.
A medida que la tensión romántica crecía, Juliana decidió ser más directa. “¡No se puede vivir así, traen gente nueva y una se enamora! ¡Es muy fácil!”, comentó entre risas, aprovechando la oportunidad para pedir una señal del exterior que aclarara su situación sentimental con Mauro. Para sorpresa de todos, la confirmación no tardó en llegar: “¡Estás soltera Furia!”, se escuchó desde fuera de la casa.
El momento de intimidad de Furia y el hijo de Darío
Con esta declaración, Furia se sintió libre para avanzar en su relación con Francisco. “¡Vamos! Me voy a comer un chabón. ¡Mándenme tangas que no tengo nuevas”, exclamó con entusiasmo mientras Francisco se reía de su reacción. La noche siguiente, desafiando las advertencias de Darío, Francisco se unió a Juliana en su cama, protagonizando una noche de pasión que no pasó desapercibida.
La estrategia de Furia para convencer a Francisco fue ingeniosa, apelando a la superstición: “Quiero decirte algo. No duermas en esa cama, dormí conmigo porque en esa cama se van todos. Se fue Rochi, se fue Paloma. De última dormí en la mía, pero no duermas en esa”, le sugirió risueña. Francisco, sin dudar, aceptó la invitación y se unió a ella en su cama.
Las cámaras de Gran Hermano capturaron cada movimiento, mostrando a Francisco recostado detrás de Furia, mientras ella le acariciaba el pelo y él se apoyaba contra su espalda. Las imágenes rápidamente se difundieron por toda la casa, generando comentarios entre los demás participantes. Virginia, tentada de risa, relató lo sucedido: “En un momento hubo un ‘taca, taca, taca’, pero muy cortito”.
El enojo de Darío al ver a su hijo con Furia
Sin embargo, la mayor sorpresa se la llevó Darío. Al descubrir que su hijo no estaba durmiendo a su lado, comenzó a buscarlo por toda la casa, temiendo lo peor. Finalmente, ingresó al cuarto de las chicas con la excusa de cambiarle las pilas a su micrófono y encontró a Francisco sin remera al lado de Juliana. Con su característico humor, Furia no perdió la oportunidad para bromear: “Tengo toda la boca roja” y “se portó bien”, comentó con una sonrisa pícara. “Darío, trae mate”, le pidió, entre carcajadas y aplausos.
La reacción de Darío fue implacable. A solas con su hijo, no hubo necesidad de palabras; una mirada fulminante fue suficiente para expresar su enojo y desaprobación. Pese a las advertencias y la clara intención de proteger su juego, Francisco decidió seguir su corazón, desafiando las órdenes de su padre.
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