Marcelo Tinelli se la jugó y mostró cómo decoró la habitación de su hijo Lorenzo

Marcelo Tinelli sorprendió a sus seguidores al abrir por primera vez las puertas de la intimidad de su hogar y su familia y compartir una imagen muy especial: la habitación de su hijo menor, Lorenzo "Lolo" Tinelli, fruto de su relación con Guillermina Valdés.

Lo que más llamó la atención no fue solo la estética del cuarto, sino el pequeño gran gesto del niño que dejó en evidencia su fuerte personalidad y sus pasiones. “Amo la habitación de Lolo con nuevo banderín comprado por él”, escribió Marcelo en su cuenta de Instagram, junto a una foto en la que se ve una cama de una plaza con un acolchado de la Selección Argentina y, sobre la cabecera, un banderín azulgrana que dice “San Lorenzo de Almagro”.

El detalle conmovió especialmente al conductor, confeso fanático del Ciclón, al ver que su hijo compartía y expresaba con tanto orgullo la misma pasión futbolera.

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La decoración de la habitación también revela otros intereses del niño de 10 años. En las paredes cuelgan varios cuadros vinculados a la Fórmula 1, demostrando que, además del fútbol, el automovilismo también ocupa un lugar importante en su universo. Todo está dispuesto con una estética simple pero significativa, en la que cada objeto refleja un pedacito de la identidad del pequeño.

Lolo, el último hijo de Marcelo Tinelli

Lolo, quien nació en abril de 2014, se convirtió rápidamente en una figura muy querida por el público que sigue a Marcelo Tinelli desde sus comienzos. Con el correr de los años, su presencia en redes sociales y en algunos programas de televisión generó simpatía, no solo por su carisma, sino también por su naturalidad y frescura.

Ahora, esa imagen se refuerza con este nuevo gesto que demuestra que, pese a ser hijo de una de las figuras más icónicas del espectáculo argentino, el niño también construye su propio camino con decisiones simples pero llenas de personalidad.

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El conductor, que desde hace años mantiene una fuerte identificación con San Lorenzo, ha sabido transmitir esa pasión a sus hijos. Sin embargo, en este caso, el hecho de que Lolo haya comprado con sus propios ahorros el banderín que cuelga sobre su cama, tuvo un valor simbólico aún más especial para Tinelli. No se trata solo de una cuestión deportiva, sino de un símbolo de pertenencia, de identidad compartida y de elección personal.

La postal familiar tuvo una gran repercusión entre los seguidores del presentador, quienes celebraron tanto el vínculo entre padre e hijo como la autenticidad de la escena. En tiempos donde lo exhibido en redes sociales muchas veces parece artificial, esta foto capturó una emoción real, cotidiana, que conecta con lo más simple y esencial: el orgullo de un hijo por lo que le gusta y el amor de un padre al acompañarlo en ese crecimiento.