La dramática historia de vida y superación del neuquino que brilló en los Paralímpicos

El pasado domingo se vivió una jornada histórica para el deporte paralímpico argentino. Enrique Plantey terminó octavo en la prueba Super-G de los Juegos Paralímpicos de Invierno Beijing 2022 y fue premiado con un diploma por su gran desempeño. El esquiador neuquino finalizó a poco más de seis segundos del noruego Jesper Pedersen, quien fue el ganador de la competencia.

"Todavía no caigo gente, hace tanto que estábamos esperando este resultado. Era solo cuestión de creer porque todo el resto ya lo habíamos trabajado previamente. A veces las carreras no te dejan demostrar todo lo que entrenamos. Pero hoy nos salió", manifestó el deportista de 39 años a través de sus redes sociales luego de su destacada actuación en China.

La historia de vida de Plantey es un claro ejemplo de superación. En 1993, cuando tenía apenas 11 años, Enrique transitaba por la Ruta 22 junto a su padre y Nicolás, uno de sus hermanos. A la altura de Senillosa se cruzaron con unos conocidos y pararon a charlar a un costado de la banquina. En ese momento, una camioneta que pasaba por la zona sufrió un desperfecto y atropelló a los tres. Sus dos familiares fallecieron en el acto y él sobrevivió. Sin embargo, sufrió una lesión medular definitiva que lo llevó a una internación de cinco meses.

"Tengo flashes de ese momento, recuerdo haberme levantado a la semana de la terapia intensiva, tenia a mi mamá y a mis hermanos al lado, y es cuando confirmó todo lo que venía sospechando, lo de mi papá y hermano, y que no iba a poder caminar", recordó hace un tiempo en una entrevista con la revista Gente.

Luego de aquel accidente, se trasladó cuatro meses a Cuba junto a su madre para rehabitarse. Fueron ocho horas de entrenamiento diario que le sirvieron para sentir que su cuerpo volvía a moverse y que su mentalidad cambie de cara al futuro.

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Enrique Plantey quedó en la historia grande: obtuvo un diploma en los Juegos Paralímpicos de Invierno Beijing 2018.

Este proceso de rehabilitación fue acompañado también en la escuela. Raúl, un profesor de educación física que tuvo Plantey en el colegio, nunca permitió que la silla de ruedas fuera un impedimento para él en las actividades deportivas y se convirtió en una de las principales motivaciones para que, más adelante, Enrique comenzara a entrenarse y competir.

El momento crucial en su carrera como esquiador paralímpico llegaría unos años más tarde. Plantey viajo a San Martín de los Andes junto a un grupo de amigos y se encontró en una confitería por la jefa del equipo argentino de esquí adaptado, quien lo invitó a participar de una clínica.

En 2010, se contactó con el Comité Olímpico Argentino en busca de algo más. Viajó a Norteamérica para la clasificación médica, le asignaron su categoría y desde ese entonces representa a la Argentina en la disciplina de esquí adaptado.

Luego de tanto lucharla, le llegó su primera experiencia paralímpica en los Juegos de Invierno Sochi 2014. Enrique viajó a aquel evento como el único representante nacional. Si bien tenía en claro que su nivel no le alcanzaba para pelear por las medallas, la experiencia le sirvió para competir con el mismo y motivarse de cara al futuro.

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Ya en 2018, Plantey llegó a los Juegos Paralímpicos de Pyeongchang con mucha más experiencia y mejoró su rendimiento individual. Antes de su participación en aquel certamen, el neuquino dejó unas ejemplares palabras que sirvieron para resumir su pelea contra la discapacidad: "Creo que la idea de la discapacidad es una construcción más social que individual. Si cambiamos la visión de que una persona que está en silla de ruedas tiene un problema, si eliminamos esa carga, hoy no llamaría tanto la atención que yo esquíe".

Tras dos participaciones olímpicas y varias presencias en campeonatos internacionales de alto nivel, Enrique Plantey logró la mayor hazaña de su carrera en Beijing. El abanderado argentino en los Juegos Paralímpicos se metió en la historia grande del deporte nacional y ahora irá por más.

"No soy un negador, se que hay cosas que no puedo hacer, como caminar, pero se que puedo hacer mil millones de cosas más, que las hago y las disfruto. Hago todo lo que quiero y creo que por eso nunca tuve rabia, ni estuve peleado con la silla de ruedas. El accidente me dejo una enseñanza. Que hay cosas peores en la vida que quedarse en silla de ruedas, y es darte cuenta de que todo lo que te pasó no es grave, es moverte distinto. Mirar la silla de ruedas como un medio de transporte", había comentado el oriundo de Neuquén antes de viajar a China para disputar los Juegos Paralímpicos de Invierno.

La actividad para Enrique Plantey en los Juegos Paralímpicos de Invierno continuará el próximo miércoles y jueves con las pruebas de Ski Alpino (Slalom Gigante). El viernes y el sábado también estará participando de la competencia de Slalom.