La historia que se repite y sus resultados ya son conocidos. La disputa entre diputados y dirigentes de ATEN, mientras la situación edilicia “cruje” y clama por más inversiones.
Un clásico en la historia Neuquina de los últimos 30 años. Gobernantes y representantes sindicales “prendidos” en un tiré y afloje por la cuota salarial obtenida y en riesgo de desaparecer.
Cada uno con su libreto revive capítulos de vivencias ya cumplidas que nos han llevado al fracaso educativo.
Viejas disputas
Renace la discusión visceral por “premios y castigos” al sector docente, mientras los edificios escolares transitan su vida útil con escasos mimos a la hora de mantenerlos en pie.
Este domingo dirigentes del sector educativo público y privado unieron su voz en repudio al proyecto de Ley que esta semana trataría la Legislatura y que según ATEN pretende instalar el presentismo en la órbita de la educación pública.
Lo que en el ámbito privado es “moneda corriente” en el Estado es visto y denunciado como un “atentado a los derechos del trabajador”.
Discusión con los mismos resultados
Otra vez la sociedad asiste como convidada de piedra en un debate cuyos resultados ya son conocidos.
Gane quien gane en la pulseada, inevitablemente los más afectados seguirán siendo los niños y jóvenes que cada vez reciben con mayor dificultad “sus enseñanzas”.
El incendio que quema a todos
A los legisladores como a los representantes docentes les interesa más discutir lo que cada uno se lleva al bolsillo, que el dictado de contenido que recibe cada alumno.
De la calidad edilicia ni hablemos. El mismo domingo, en Caviahue, una falla en las calderas generó un incendio que terminó con el edificio del único establecimiento escolar de la localidad.
Poco importa. Un siniestro más que quedara en las estadísticas del sistema educativo.
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