Network, una ficción que superamos los argentinos

En 1976, la película "Network" de Sidney Lumet mostró un retrato crudo y satírico de la industria televisiva, obsesionada con el sensacionalismo y el rating. Hoy, casi cinco décadas después, la realidad no solo ratificó a la ficción sino que la superó y con creces.

En el último libro del periodista Ernesto Tenembaum, “Milei una historia del presente”, arranca recordando dicha película que fue un clásico de análisis en mis años de facultad, allá por la década del 90, cuando los talk show copaban la pantalla con personajes bizarros que resolvían a las trompadas lo que no podían a gritos.

En perspectiva, todo era parte del grotesco argentino que terminó en este siglo de ratificar gran parte de lo que mostraba en dicho film.

Para que se entienda, Network presenta a Howard Beale, un presentador de noticias convertido en un profeta mediático cuyo grito de guerra era: "¡Estoy harto y no voy a soportarlo más!". De esa forma captura la frustración del público y lo convierte en una estrella. La cadena de televisión explota su descontento para aumentar sus ratings, sin importar las consecuencias para la verdad y la integridad periodística.

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La primera aparición de Javier Milei en la televisión.

El fenómeno Milei y las pantallas

En Argentina, el fenómeno Javier Milei, que hoy arriba al corazón de Vaca Muerta, tuvo el mismo efecto. La televisión lo tomó, vio que sumaba rating y lo catapultó. De hecho, siete años después de su primera aparición pública se convirtió en presidente de todos los argentinos.

Milei supo aprovechar no solo el enojo de la gente sino también la sed de una televisión que está en caída libre y donde solo importa el rating.

En un mundo de pantallas, la crisis de los medios de comunicación es visible y tangible. Hay una estandarización y precarización del periodismo que corre detrás de las hordas de clicks que puedan generan las redes y no deja de coquetear con el algoritmo y las IA.

Cuando los medios priorizan esa persecución, la verdad y la integridad periodística son las primeras víctimas.

La sátira de "Network" sigue siendo un espejo incómodo de las prácticas mediáticas contemporáneas. Tal vez, estamos en el momento justo para hacer una remake. ¿Qué tan disparatada podría ser respecto de la realidad?