El escenario de Cristina Kirchner presa: el impacto en Casa Rosada y la interna del PJ

La Corte Suprema confirmó la condena contra Cristina Fernández de Kirchner hace una semana. Con una constante ventilación de información, proveniente de las entrañas del máximo tribunal, concluyó la última instancia legal para que la expresidenta pudiera apelar una condena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.

Tal como contó LMNeuquén, CFK esperaba el peor desenlace con anticipación, al tanto de un inédito apuro de los jueces para fallar. Desde que se confirmó el último revés judicial, comenzó a definirse el futuro de la relación, o lo que quede de ella, entre el peronismo y el gobierno de Javier Milei.

En la Casa Rosada, los funcionarios más importantes del entorno presidencial aseguran que el fallo los tomó por sorpresa y los dejó descolocados. Algunos contrastan esa versión y descreen. Temen que se trate de una estrategia similar a la que utilizó la Corte para endulzar oídos ávidos de escuchar confirmaciones de sus propios sesgos y en el medio deslizar anticipos a favor de los más duros. Otros le otorgan verosimilitud y sostienen que la desazón en Balcarce 50 es directamente proporcional al empeño que pusieron esos funcionarios por evitar una humillación contra la expresidenta.

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Cerca de la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, alimentaron todas las opciones sobre un espectáculo similar al que vivió el exvicepresidente Amado Boudou cuando fue detenido en agosto de 2018. El clima que buscó construir, para sorpresa del mundo libertario, quedó obturado por la mesura del jefe de Gabinete, Guillermo Francos y del estratega presidencial, Santiago Caputo. Sobre este punto de Cristina, ambos coincidieron y enviaron señales al Poder Judicial del poco interés que tenían en que la aplicación de la condena desatara una tempestad de rebeldía y repudio dentro del peronismo.

Cristina presa, pero entera

Quienes la escucharon en los últimos días escucharon a una Cristina entera. Así como esperaba la condena, también aseguró que nada fue peor que afrontar la muerte de Néstor y el intento de asesinato. Desde este martes por la tarde, fue sutilmente notificada en su domicilio de la prisión domiciliaria, con una serie de restricciones que serán analizadas cada tres meses. No hay privaciones para el uso de las redes y de su comunicación virtual, pero usará tobillera, no podrá salir al balcón y habrá un control estricto de las visitas, con salvoconductos para familiares, abogados y médicos.

Antes de la notificación en su domicilio, el peronismo también desnudó sus realidades. En la reunión de las 15, la CGT anunció que no participaría de la movilización de este miércoles en forma orgánica y habilitó la libertad de acción. La decisión no sorprendió al cristinismo. ¿Habría pasado lo mismo si la notificación domiciliaria era reemplazada por una peregrinación desde Constitución a Retiro con una posible estadía en una alcaidía de la Federal?

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Las idas y vueltas de la movilización

En la siguiente reunión, prevista para las 18, asistieron los gobernadores y ya para entonces la movilización a Comodoro Py había cambiado a una marcha a Plaza de Mayo, en medio de una ola de rumores sobre cambios de último momento que ponían en duda la realización del despliegue.

Después llegó el tercer encuentro, con una reunión de los diputados y senadores de Unión por la Patria. La sensación de quienes siguieron el pulso de los encuentros fue que hubo una combinación de factores.

Hablan de la decisión de Cristina de no aumentar la tensión y las intrigas sobre una discreta interlocución para evitar un escenario aún peor, o una advertencia proveniente de tribunales sobre un posible endurecimiento de las condiciones de detención.