Daniel Roy Wergrzyn advirtió que Queque Parodi perdía altura, lo asistió desde el aire y luego organizó el rescate. “Cuesta recordar el momento en que lo encontramos sin emocionarnos”, confesó.
Daniel Roy Wegrzyn, uno de los pilotos más experimentados de Chubut, contó cómo vivió desde el aire el aterrizaje de emergencia de su colega Ezequiel “Queque” Parodi, quien volaba a la par suyo y empezó a perder altura hasta terminar con su aeronave sobre un lago congelado cercano al cerro Plataforma, entre Cholila y Lago Puelo, en la alta montaña de de la Patagonia,
“Veníamos volando juntos y yo le sugerí que descendiera un poco porque había mucha turbulencia. El cerro Plataforma es un paso obligado donde el viento no genera tanta turbulencia. Él comenzó a descender, pero nunca detuvo su descenso hasta tocar la nieve”, contó en declaraciones a Cadena Tiempo.
El accidente ocurrió el sábado 29 de junio ya avanzada la tarde y Wegrzyn fue quien le tiró desde su aeronave a su amigo elementos básicos de supervivencia para que pudiera esperar a que llegara el rescate. Sabía que no resultaría sencillo por el mal clima y la nevada que ya estaba anunciada.
Recién el domingo después del mediodía, la tormenta invernal dio una breve ventana para salir a buscarlo.
Un helicóptero pudo llegar hasta el bosque de alta montaña en el que se refugió Parodi y rescatarlo sano y salvo, luego de pasar la noche en vela, luchando contra el frío.
Hoy, el avión accidentado permanece sobre la capa de hielo, dado vuelta y con el tren de aterrizaje hacia arriba.
“Ya tenemos planificado el rescate. Se hará con la misma tripulación del helicóptero que fue a buscar a Queque, la próxima semana”, anticipó el aviador, que tuvo un rol clave durante los incendios forestales de 2015 en la zona del Parque Nacional Los Alerces con sus vuelos de reconocimiento.
Sobre el accidente de Queque Parodi, dijo que “afortunadamente le pasó en ese lugar, porque si le hubiera pasado antes o después del cerro, hubiera sido mucho más grave porque el impacto hubiera sido contra una ladera”.
“El lago, que estaba congelado, plano y con bastante nieve arriba, lo que amortiguó mucho el golpe. De hecho, la nieve fue lo que hizo que el avión se diera vuelta", detalló.
Respecto a las causas de la pérdida de altura de su compañero de viaje, Wegrzyn afirmó que “no es muy claro lo que pasó”.
"Una falla de potencia"
“El impacto se debió a una falla de potencia. No sabemos lo que causó esta falla. Puede ser que se haya congelado el ingreso de aire al carburador y eso redujo la potencia”, especuló.
Wegrzyn admitió que Parodi llevaba mucha carga en su avión y que no contaba con equipo de supervivencia, en una zona de montaña y en julio, en pleno invierno. Es algo que en la evaluación que hicieron juntos luego del accidente, ambos reconocieron como un factor que podría haber sido evitado.
“Era un viaje de trabajo, él iba a instalar unas antenas de internet a un campo para unos pobladores que estaban incomunicados. Estábamos apurados porque se venía una ola polar”, explicó.
Por otro lado, el vuelo debió haberse hecho a la mañana, pero por distintas causas se fue demorando y tuvieron que cambiar los planes.
El piloto de Cholila explicó que “eso dejó poco margen de luz” natural desde que se produjo el aterrizaje forzoso, lo cual también impidió un rescate rápido.
Miedo sobre el hielo
“Él quedó bastante shockeado después del golpe. Lo único que se acuerda es que no pudo detener el descenso, a pesar de que le dio potencia al avión y no respondió como debía”, explicó.
"Alcanzó a comunicarse con nosotros y a pedir ayuda, para luego llegar hasta la costa del lago -continuó-. Por el miedo a que el hielo se rompiera y se fuera al fondo con el avión, después salió rápido de la nave”
Wegrzyn logró ver la aeronave accidentada desde el aire y pudo ubicar a su amigo alejándose del lago. Fue allí cuando sobrevoló el área y le arrojó algunos elementos esenciales para que pudiera resistir el frío hasta que lograran rescatarlo. Se alejó el lugar decidido a hacer todo por volver a buscar a su compañero cuanto antes.
Las horas de angustia y el rescate en la montaña de Chubut
“Teníamos bastante fe de que él iba a sobrevivir, aunque la situación era muy dura", resumió el piloto nacido en San Luis sobre la situación que le tocó vivir a Parodi, quien luego contó cómo se las arregló para aguantar toda la noche en la montaña.
"Él supo no entregarse, tiene una mente muy fuerte y un entrenamiento muy grande”, valoró.
“No pudo hacer fuego porque en el bosque al que llegó caminando estaba toda la leña mojada. Pasó toda la noche masajeando sus pies, tratando de moverse y no dormir porque él sabía que si se dormía iba a morir congelado”.
Ya de regreso de la accidentada excursión aérea, Daniel también lo tenía claro. Pero no perdía las esperanzas. Confiaba en las condiciones de su colega y en que se las arreglaría de algún modo para esperarlo. En paralelo, empezó a mover cielo y tierra para que se hiciera el rescate.
Las condiciones climáticas impidieron durante toda la mañana del domingo acercarse al lago congelado por aire, y hasta llegaron a contactar a Gendarmería para sondear la posiblidad de ir por tierra. Pero no hizo falta.
“Apenas se abrió una ventana yo salí con el avión para localizarlo. Lo pasamos por arriba y no lo vimos, pero 10 minutos después él escuchó a un helicóptero que fue el que lo vio y lo rescató. Cuesta recordar el momento que lo encontramos sin emocionarnos”, concluyó el principal testigo del accidente junto al cerro Plataforma.
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