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El "Rambo de La Pampa" pierde una batalla: le impiden construir un helipuerto frente a su casa

Javier Catoni (52) tiene un campo de entrenamiento militar a 70 kilómetros de Santa Rosa, ciudad en la que compró y demolió dos chalets para concretar su proyecto.

En una decisión unánime, los concejales de la Comisión de Planeamiento de Santa Rosa bloquearon la solicitud del empresario Javier Catoni, conocido popularmente como "El Rambo de La Pampa", para poder construir un helipuerto frente a su casa.

El peculiar personaje, experto en seguridad que se hizo millonario trabajando para empresarios de distintas partes del mundo y hoy tiene un campo de entrenamiento al estilo Marines en la provincia, había pedido al cuerpo legislativo que lo autorizara a hacer una obra en un terreno frente a su casa del barrio de Villa Martita.

Para poder concretarla, la ingeniera Laura Palacios Crespo, en representación de Catoni, les había pedido a los concejales que hicieran una excepción al Código Urbanístico, ya que el tipo de uso que el conocido vecino quería darle a sus terrenos no está permitido en ese lugar.

En concreto, pedía que le extendieran una autorización especial para poder llegar y salir con sus dos modernos helicópteros desde la esquina de Poetas Pampeanos y Lasalle, a escasos metros de la Ruta Nacional 5, en el acceso este de la capital provincial.

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El Rambo de La Pampa en vuelo: su pasión por el entrenamiento militar lo acercó a la aeronáutica.

El Rambo de La Pampa en vuelo: su pasión por el entrenamiento militar lo acercó a la aeronáutica.

Allí, el empresario se dio el lujo de mandar a demoler dos casas que compró recientemente, de modo de liberar los lotes para su nuevo proyecto aeronáutico, acaso cansado de tener que movilizarse hasta el aeródromo donde actualmente guarda la aeronave que utiliza para llegar hasta su campo de entrenamiento, ubicado a 70 kilómetros de Santa Rosa.

Sus vecinos de La Pampa, en contra

El rechazo de los concejales que integran la comisión, de distintos partidos políticos, se dio luego de que que vecinos del particular empresario se dio luego de que vecinos de Villa Martita presentaron una nota en el cuerpo legislativo local oponiéndose a la iniciativa.

En el escrito, pedían a los legisladores que priorizaran “el interés colectivo” por sobre el beneficio particular que representaba la construcción del helipuerto, y argumentaron que una eventual aprobación de la excepción solicitada violaría los principios básicos de equidad dentro de la comunidad.

Los peronistas Lucas Ovejero, Lorena Guaiquian y Rocío Olguín, tanto como Mariano Alfajeme, de Patria Grande, María Luján Mazzucco, de la UCR, Fernanda Odil, de Juntos por el Cambio y Fabiana Castañiera, del Partido Tierno, escucharon a los vecinos.

De Recoleta a Santa Rosa

Javier Catoni tiene 52 años y es conocido en la provincia, donde llama la atención combinando sus dos principales pasiones: todo lo vinculado con lo militar y también con la aeronáutica.

Nacido en el barrio de Recoleta, en la Ciudad de Buenos Aires, el Rambo local llegó a la provincia luego de casarse con una pampeana y con el tiempo se hizo toda una reputación como un empresario de seguridad de alto perfil, que suele mostrarse en actitudes que recuerdan al solitario combatiente de Vietnam compuesto por Silvester Stallone en el cine.

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Poco después de instalarse en La Pampa, en 2006, Catoni se desempeñó como responsable de seguridad del Banco de La Pampa, puesto del que salió con polémica.

Poco después de instalarse en La Pampa, en 2006, Catoni se desempeñó como responsable de seguridad del Banco de La Pampa, puesto del que salió con polémica.

Buena parte de su experiencia en el rubro la obtuvo trabajando en "Holder internacional", una agencia dirigida por un ex miembro de la CIA, Frank Holder, que luego fue vendida a una consultora que desembarcó en la Argentina.

Su importante palmarés en el rubro seguridad hizo que en 2006, recién llegado, entrara en la función pública provincial, como responsable de seguridad del Banco de La Pampa. Desde Santa Rosa, además, siguió manejando una importadora de armas.

Su salida del puesto se dio tres años después, luego de que llevara a la sede central de la entidad armas de largo calibre para ofrecerlas a la venta.

No fue el único acto polémico que protagonizó. En 2015 fue noticia en Santa Rosa tras protagonizar un accidente de tránsito. Manejaba su camioneta Amarok a alta velocidad cuando embistió a otro vehículo.

En distintas entrevistas contó que anteriormente logró hacer una fortuna trabajando para figuras prominentes y poderosas, como la familia Pérez Companc, empresarios europeos y de Estados Unidos y hasta jeques árabes.

Un campo de entrenamiento militar

Actualmente, Catoni tiene un campo en la zona de Jagüel del Monte, en el que fundó "Special Missions", un centro de operaciones dedicado a la capacitación de fuerzas armadas y de seguridad de todo el continente.

Allí ofrece entrenamientos y cursos de defensa y rescate para civiles, consolidando su imagen de "Rambo" pampeano.

El lugar tuvo cierta difusión a nivel nacional en marzo de este 2024, cuando el mediático Alex Caniggia contó que iría allí para hacer un curso de comando especial, orientado a la defensa personal y el rescate de personas, con diferentes etapas que contienen desafíos de fuerza y superación para cada uno de los alumnos.

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Javier Catoni con el abogado Alejandro Cipolla y Alex Caniggia, que hizo un curso de comando en el campo de entrenamiento militar del empresario.

Javier Catoni con el abogado Alejandro Cipolla y Alex Caniggia, que hizo un curso de comando en el campo de entrenamiento militar del empresario.

El helicóptero que ahora el Rambo de La Pampa planeaba estacionar frente a su casa es un Robinson R66 Turbine, una aeronave de última generación que actualmente guarda en un galpón que construyó en el Club de Planeadores de Santa Rosa.

La vida de Catoni siempre estuvo marcada por su fascinación con el mundo militar y de la seguridad. Desde muy chico, se sintió atraído por los desfiles militares en Buenos Aires, y siempre supo que se quería dedicar al mundo de la seguridad.

Luego de dedicarse a la venta de computadoras, empezó a ganarse la vida como consultor de seguridad y llegó hasta poderosos clientes. Pero esta vez, no logró cautivar a los concejales de Santa Rosa.

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