Para Javier Milei, si el IPC de febrero cierra en 15% sería un "numerazo"; pero consultoras privadas creen que estará algo mas arriba de esa marca.
Algunos datos del sector privado respecto de la evolución de los precios en febrero indican que el proceso de desinflación seria un poco más lento de lo deseado por el gobierno nacional. Si bien para el presidente Javier Milei si el costo de vida subiera 15% sería un "numerazo", los primeros datos indican que la inflación se ubicaría cerca del 16%.
El relevamiento de precios minoristas de la consultora C&T para la región del Gran Buenos Aires tuvo un alza mensual de 16,3%, con una mejora respecto del 19,6% de enero. No obstante, la variación interanual trepó a 275%, la mayor desde marzo de 1991.
"Los fuertes ajustes en diversos precios regulados explicaron gran parte del comportamiento del mes. El alza del transporte público provocó que el rubro de transporte aumentara 47% mensual", señala el reporte de la consultora que dirige Camilo Tiscornia.
El trabajo dice que "el ajuste en la electricidad que se implementó a mitad de mes se combinó con un significativo incremento en el sueldo de encargados de edificio para generar una variación de 38% mensual en el rubro vivienda". En ambos casos, se trata de movimientos muy por encima del promedio.
Salud trepó 23% mensual con gran incidencia de las prepagas, ya que los medicamentos se moderaron notablemente al crecer 10%. En bienes y servicios varios se destacaron los cigarrillos con un alza de 26%.
Por otro lado, Alimentos y bebidas, el rubro de mayor incidencia, aumentó significativamente por debajo del promedio con un 11%. Hubo moderaciones muy importantes en varios rubros relevantes de alimentos, como carnes, panificados y aceites y grasas, y por el contrario, una aceleración muy fuerte en las frutas.
"No obstante, dichas moderaciones tuvieron lugar, sobre todo, entre fines de enero y principios de febrero; en las semanas siguientes se verificó un mayor ritmo de aumento", advirtió C&T.
Otra mirada de la inflación
El IPC LyP, que elabora la Fundación Liberad y Progreso, registró un aumento de 16,8% en febrero, desacelerándose 3,8 puntos porcentuales respecto a la medición oficial de enero (20,6%).
"De esta manera, en el primer bimestre del año el IPC acumula una suba de 40,9%. La variación interanual alcanza el 288,0%, llegando a su valor más alto desde marzo de 1991", advierte LyP.
En la evolución del mes, durante la primera semana de febrero se presentó una variación sustancialmente alta, debido a la actualización de tarifas en el transporte público del AMBA.
A partir de la segunda semana del mes, los datos convergieron a variaciones en el rango del 2%-3% semanal, manteniendo la tendencia de la última quincena de enero y ubicándose en valores similares a los de septiembre del 2023.
De esta forma, la última semana de febrero deja un arrastre de 3 puntos porcentuales para marzo, unos 0,2 pp. menos que en enero.
"La tendencia de marzo es hacia una suba del IPC de alrededor del 15% mensual. Si bien las subas de precios estacionales y de regulados jugará en contra, estimamos que la vigencia del ancla cambiaria y la política monetaria contractiva que está llevando adelante el Banco Central de la República Argentina (BCRA) más que compensará este efecto, por lo que el IPC tendrá una variación levemente menor a la del segundo mes del año", plantea Libertad y Progreso.
Eugenio Marí, economista Jefe en la LyP dijo que “de la misma forma que cuando el gobierno emite para financiarse, no todos los precios de la economía suben instantáneamente, cuando se deja de emitir tampoco se detienen en el acto".
"Lo positivo es que haber dejado de emitir para financiar al Tesoro ha favorecido una menor oferta de pesos y la estabilidad del tipo de cambio. Con esto se están sentando las bases para bajar la nominalidad de la economía argentina y profundizar el proceso de desaceleración del IPC, algo que es moderado por las actualizaciones de precios regulados que acumularon atrasos”, planteó Marí.
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