El jubilado se había ausentado por un tratamiento médico. No le quedó otra que pasar la noche en la vereda. Una sobrina le dio de comer al mediodía siguiente.
Una situación dramática se vivió este viernes en el barrio Perón de Trelew, cuando Bartolo Sánchez, un hombre de 82 años, fue impedido de ingresar a su propio hogar por su nieto. El jubilado de Chubut quedó en la calle con sus escasas pertenencias: un colchón, algunas cajas y una valija con ropa.
El anciano había estado temporalmente en la localidad de Dolavon bajo el cuidado de una médica que lo atendía por problemas de salud. "Esa doctora me tuvo hasta el día de hoy, pero como se enfermó no me pudo atender más y me trajo acá", explicó Sánchez en diálogo con el diario Jornada.
Al llegar a su domicilio ubicado en Pellegrini Norte al 600, Bartolo se topó con una situación inesperada: su nieto se negó rotundamente a abrirle la puerta. El joven ni siquiera salió a recibirlo, ni le dirigió la palabra.
"No tengo idea cuál es el capricho que tiene conmigo", se preguntó el jubilado con evidente dolor. "Nunca lo desconocí como ahora", agregó, sin poder entender los motivos de la actitud de su familiar.
A la intemperie en el frío de Trelew
Frente al inesperado rechazo, Bartolo no tuvo más alternativa que juntar sus pertenencias contra el portón de la casa. Allí se quedó, con lo poco que tiene: el colchón donde descansa, algunas cajas con objetos personales y una valija con su ropa.
Obviamente, su terrible situación no pasó desapercibida para los vecinos de la zona, que además lo conocen hace años. Nibia Concha, sobrina del desalojado y que vive en la casa contigua, decidió brindarle apoyo inmediato. "Él es mi tío, cómo lo voy a dejar en la calle", dijo la mujer, que lo invitó a almorzar.
"Todos los vecinos están de testigos de que él vivió siempre acá. Se fue unos días y ahora que volvió no lo deja entrar. Y es su abuelo, ¿qué haría con un extraño?", cuestionó la mujer, indignada por la situación que atraviesa su tío.
Mientras la familia busca resolver el conflicto y que el ocupanbte de la vivienda entre en razón, un abogado ya tomó el caso para brindar asesoramiento legal al jubilado. Según indicó, Bartolo deberá presentarse ante el Juzgado de Familia acompañado del acta policial correspondiente para formalizar la denuncia.
Un caso similar en Comodoro Rivadavia
Otra situación de vulnerabilidad y aparente maltrato familiar se da por estos días en Comodoro Rivadavia, también en Chubut, donde una jubilada de 88 años, en su juventud reconocida por haber sido una excelente bailarina de tango, atraviesa un calvario de abandono y estafa por parte de sus propios sobrinos.
Al menos, eso es lo que denunció el lunes en la Comisaría Segunda una amiga de la presunta víctima, identificada como N.M., y quien la conoce y frecuenta desde hace 15 años.
Los maltratadores serían un sobrino, su pareja y tres hijos mayores de edad más un bebé, quienes "la insultan, le gritan y le roban entre todos".
En las últimas horas se conocieron detalles del drama que vive la anciana, que según contó la denunciante, en su momento recibió en su casa a unos sobrinos que vivían en Buenos Aires, bajo la promesa de que la cuidaran en su vejez.
La situación comenzó cuando los familiares de la jubilada "falsificaron la documentación de la casa de ella, tienen el título a su nombre y la llevaron a vivir al quincho", según explicó su amiga a ADNSUR.
Según su relato, la presunta víctima fue expulsada de su propia vivienda y obligada a instalarse en un quincho sin calefacción, que tiene la cocina en la planta baja y el dormitorio en el primer piso, una situación muy cruel para una señora muy mayor y que tiene problemas de movilidad desde que en enero pasado sufrió un ACV.
Pese a que "de mente está muy bien", la jubilada sufre problemas motrices por ese accidente cerebrovascular, por lo que frecuentemente se cae al movilizarse. Según su amiga, pasa horas tendida en el suelo sin que nadie la asista.
"Muchas veces se queda en la escalera tirada hasta que no le da más la voz de gritar. Y los sobrinos después la tiran en la cama, sin medicamentos y sin comida", relató.
El estado de desamparo es total, según la amiga de la mujer, quien manifestó que hace poco encontró a la anciana "hecha encima, sin cambiarse, sin bañarse y sin comer". Los familiares "le roban la mercadería y el dinero de la jubilación", agregó.
"Ellos lo que quieren es que se muera lo antes posible. La han alejado de todo su entorno porque saben que vamos a denunciar" la situacion, expresó N.M, que además precisó que en el último control médico se determinó que la exbailarina de tango estaba deshidratada, con anemia y con muchos golpes por las caídas que sufre.
Luego de poner al tanto a las autoridades de la situación, una Fiscalía realizó una inspección en el lugar y a su entender, constató la veracidad de su testimonio. Pero lamentó que pese a eso, hasta el momento no se adoptaron medidas concretas para protegerla.
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