Amordazado y golpeado: cómo fue el brutal homicidio del docente neuquino en La Plata
La conmoción por el crimen de Pedro Pablo Mieres crece mientras avanza una investigación cargada de incógnitas y pistas que aún no logran cerrar una hipótesis clara.
Un brutal homicidio sacudió a La Plata y a la comunidad académica de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). La víctima fue identificada como Pedro Pablo Mieres, no docente y secretario de Asuntos Estudiantiles de la Facultad de Ciencias Exactas, oriundo de Neuquén, quien fue hallado sin vida en su departamento en circunstancias que generan más preguntas que respuestas.
El crimen fue descubierto cerca del mediodía, cuando un compañero de trabajo se acercó al domicilio de Mieres, ubicado en calle 115 entre 46 y 47, preocupado por su falta de comunicación. Al llegar, encontró la puerta cerrada, pero sin llave. Al ingresar, la escena fue espeluznante: el cuerpo yacía desnudo, atado de pies y manos con cordones de zapatillas, con un trapo en la boca y múltiples golpes en la cabeza y el rostro.
La escena del crimen desconcertó a los peritos. No había señales de violencia en puertas ni ventanas, lo que hace suponer que la víctima conocía a su agresor o lo dejó entrar voluntariamente. Además, la vivienda no estaba completamente revuelta, aunque sí faltaban algunos objetos personales, entre ellos, su teléfono celular.
Fuentes judiciales explicaron que, aunque inicialmente se pensó en un posible robo, la hipótesis pierde fuerza dado el grado de violencia y el estado en que fue hallado el cuerpo. La brutalidad del ataque y la forma en que fue reducido hacen pensar en un crimen con motivaciones más personales.
De acuerdo con lo reconstruido por los investigadores, el crimen habría ocurrido durante la madrugada. Varios vecinos dijeron haber escuchado gritos a lo largo de la noche, aunque no dieron aviso porque los confundieron con ruidos provenientes del televisor.
Las primeras medidas de la investigación
La causa está en manos del fiscal Gonzalo Petit Bosnic, de la UFI N°3, y la investigación fue asignada a la DDI La Plata. El fiscal ordenó una serie de medidas para esclarecer el hecho: tomas de huellas, levantamiento de rastros, peritajes en los cordones utilizados, y recolección de cámaras de seguridad de la zona, tanto públicas como privadas.
Una de las pistas más relevantes hasta ahora fue la presencia de un bolso armado con objetos personales que podría haber sido preparado por el autor del crimen con intención de simular un robo. En ese bolso se encontraron una pava eléctrica y ropa, pero no se llegó a retirar del lugar.
También se ordenó la autopsia al cuerpo, la cual será clave para determinar la causa exacta de muerte, si hubo signos de defensa, la hora estimada del deceso y si existieron otros tipos de lesiones que orienten la pesquisa hacia un móvil más complejo, como el crimen de odio o un ataque sexual.
Las hipótesis abiertas
Los investigadores no descartan ninguna línea. Desde un homicidio vinculado a cuestiones personales hasta una agresión con componentes emocionales o de otra índole. No se ha confirmado si la víctima tenía alguna relación conflictiva reciente, ni se difundieron detalles sobre sus últimos movimientos.
Fuentes ligadas a la causa confirmaron que no se descarta una cita con una o más personas que derivó en el desenlace fatal. Por ello, los peritajes del teléfono celular, si llegara a ser recuperado, serían clave para establecer las últimas comunicaciones.
Pedro Pablo Mieres, vivía con su pareja, un ciudadano colombiano, a quien en las próximas horas se le tomará declaración, aunque este ya advirtió que al momento del violento hecho no se encontraba en la vivienda.
El asesinato de Pedro Pablo Mieres no solo estremeció a La Plata, sino también a la comunidad neuquina, donde el no docente conservaba vínculos familiares y afectivos. Su caso se suma a una preocupante serie de crímenes violentos que exigen respuestas urgentes.
El fiscal Petit Bosnic y el equipo de investigaciones trabajan contra reloj para esclarecer los hechos. Mientras tanto, familiares, amigos, estudiantes y colegas siguen pidiendo justicia por el joven neuquino, alguien que dedicó su vida al conocimiento, la inclusión y el compromiso social.
Quién era Pedro Pablo Mieres
Pedro Pablo Mieres era un reconocido militante por los derechos humanos y la educación pública. Nacido en Neuquén, se había trasladado a La Plata para estudiar Biotecnología y Licenciatura en Biología Molecular. Su carrera lo llevó a ocupar diferentes cargos de gestión universitaria. En los últimos años, se desempeñaba como secretario de Asuntos Estudiantiles de la Facultad de Ciencias Exactas, donde era muy querido por estudiantes y colegas.
Además de su rol académico, trabajaba en el vacunatorio del Hospital San Martín y durante la pandemia, participó activamente en las Brigadas Ramona Medina, colaborando en campañas de salud pública y asistencia en barrios populares.
Quienes lo conocían lo describen como una persona solidaria, comprometida con las causas sociales y amante de la música. Tenía un perfil artístico: integraba coros líricos. En redes sociales, amigos y allegados multiplicaron los mensajes de despedida y pedido de justicia.
Dolor en la comunidad universitaria
La Facultad de Ciencias Exactas emitió un comunicado oficial en el que lamentó profundamente el fallecimiento de Mieres. La casa de estudios describió a Pedro como un compañero ejemplar, destacando su calidez humana, su empatía con los y las estudiantes, y su incansable labor por una universidad pública más justa.
El decano de Exactas sostuvo que la comunidad está consternada y exigió que se esclarezca el crimen. Además, anunció que las banderas permanecerán a media asta durante los próximos días en señal de duelo, y se convocará a una jornada de memoria y justicia en su honor.
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