En la guerra contra el narcomenudeo también se juega el futuro de Neuquén

En los últimos 30 días, la provincia de Neuquén ha sido escenario de una serie de episodios alarmantes que evidencian la devastación que la droga está causando en nuestra sociedad. Luciana Muñoz, una joven víctima de la adicción a la cocaína, cumplió un mes desaparecida. Su vida, marcada por la dependencia, se desmoronó poco a poco.

Casi una tragedia sucedió en el hospital Castro Rendón, donde una joven adicta se arrojó del quinto piso. Milagrosamente sobrevivió tras caer sobre el techo del segundo piso, un recordatorio del frágil hilo que separa la vida de la muerte para quienes viven bajo el yugo de las drogas.

Los crímenes relacionados con el narco no se detienen. La fiscalía mantiene detenido con prisión preventiva a un dealer acusado de raptar y violar a una joven adicta, un hecho que otras dos víctimas temen denunciar por miedo a represalias.

La violencia extrema de los ajustes narco convierte a la comarca petrolera en un Breaking Bad: Sandro Sueldo, preso en Cutral Co por un asesinato relacionado con drogas, logró fugarse y lo encontraron en un descampado, envuelto en una frazada y con dos tiros.

En Junín de los Andes, un hombre bajo los efectos del alcohol y las drogas discutió con su pareja y, hacha en mano, la amenazó de muerte. La Policía logró intervenir antes de que ocurriera una tragedia mayor. El hombre se ahorcó en la celda.

Estos episodios recientes no son casos aislados; son una muestra del estrago que la droga está causando a lo largo y ancho de la provincia, algo que como periodista vengo investigando y denunciando desde hace más de 12 años.

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Sandro Sueldo apareció envuelto en una frazada en un descampado de la comarca petrolera. Tenía dos tiros.

Narcomenudeo en la mira

En 2015, el fiscal jefe José Gerez advirtió que el 80% de los crímenes en Neuquén involucraban la droga e intentó impulsar, sin éxito, la adhesión a la desfederalización para combatir el narcomenudeo. La política de aquel entonces hizo oídos sordos, y la situación no hizo más que empeorar.

Sin embargo, parece que algo ha cambiado. A principios de año, este medio reveló la trama de los narcopunteros y Gerez ratificó sus declaraciones. Esta vez, la política no miró para otro lado.

El gobernador Rolando Figueroa ha acuñado un lema que reza: "No vinimos acá para que todo siga igual". Y lo ha demostrado al firmar un acuerdo de adhesión a la ley de desfederalización, un paso crucial para asumir la lucha contra el narcomenudeo desde la jurisdicción provincial.

Gerez, la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Soledad Gennari, y el ministro de Seguridad, Matías Nicolini, ya han tenido reuniones en Buenos Aires para agilizar la instrumentación de la ley e iniciar la cacería de los kioscos narcos.

Desde LMNeuquén seguimos el tema de cerca, y ayer, Figueroa ratificó su compromiso en la presentación del programa “Clubes Sociales”, enfocado en la construcción y mejora de la infraestructura de las instituciones deportivas, una iniciativa que tiene como telón de fondo la lucha contra las problemáticas sociales, incluida la adicción a las drogas.

El gobernador fue claro al afirmar: "Por primera vez en la historia, la provincia de Neuquén va a asumir la responsabilidad desde lo jurídico de combatir el narcomenudeo". Además, reconoció a los adictos como víctimas y expresó el compromiso del gobierno de acompañarlos a ellos y a sus familias, mientras se persigue con firmeza a quienes administran los kioscos de droga: "Tenemos que meter preso a los que venden droga a nuestros chicos", sentenció.

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Luciana Muñoz desapareció hace un mes y la buscan en la zona de la meseta.

El Futuro en juego

El compromiso de Figueroa de tomar el bastón de mando y declarar la guerra al narcomenudeo es una señal alentadora. Sin embargo, no podemos bajar la guardia. La droga ha hecho metástasis en nuestra sociedad, infiltrándose en todos los rincones y afectando a las familias neuquinas de manera devastadora.

Como ciudadanos y como sociedad, debemos estar atentos y exigir que las promesas se traduzcan en acciones concretas. Es crucial que el gobierno mantenga el enfoque en combatir este flagelo desde todos los frentes: desde la prevención, la educación hasta la persecución penal de los responsables y la rehabilitación de las víctimas.

La lucha es larga y difícil, pero es un camino que se debe recorrer con determinación, porque el futuro de la provincia está en juego.