Motín en Centenario: los negociadores recuperaron al rehén y un grupo especial ingresa al pabellón
En un amplio operativo, las fuerzas de seguridad buscan retomar el control de la alcaidía en la Comisaría Quinta, luego de que 13 presos se rebelaran y tomaran a un celador como rehén.
La rebelión de 13 presos en la alcaidía de la Comisaría Quinta, este lunes por la tarde, preocupó a la comunidad de Centenario y a las fuerzas de seguridad del Neuquén. Los detenidos tomaron como rehén a un celador que fue liberado horas más tarde y tras una tensa negociación.
La víctima salió del pabellón en que se encontraba retenido con una alta carga de angustia y un cuadro de crisis nerviosa, pero sin heridas ni golpes de gravedad que se puedan cotejar a simple vista.
Sus familiares se presentaron a la unidad, preocupados por la situación y para acompañarlo luego del shock traumático. El hombre será trasladado en ambulancia al hospital Natalio Burd, donde se le realizarán los controles pertinentes para constatar su estado de salud y estabilizar su cuadro nervioso.
En el lugar se montó un considerable despliegue de las fuerzas de seguridad, a cargo del jefe del operativo, Leonardo Antonio Muñoz, de la Policía del Neuquén, que, ingresó con el Grupo Especial Antimotines y Requisa (GEAR) para retomar el control del pabellón.
El motín
El motín protagonizado por un grupo de 13 presos comenzó en la tarde este lunes en la alcaidía de la Comisaría Quinta de Centenario y en medio de una gran tensión, luego de que tomaran como rehén a un celador. En el lugar se encuentra trabajando personal de las comisarías 5 y 52, con el apoyo de la Metropolitana.
De acuerdo a fuentes a las que pudo acceder este diario, el incidente se inició en el cambio de guardia, alrededor de las 18:50, cuando un sargento fue sorprendido y reducido por un grupo de internos. El uniformado se encuentra en este momento en el ingreso del pabellón y según las primeras informaciones, no fue golpeado ni presenta lesiones a la vista.
En un primer momento, los jefes policiales de la Comisaría Quinta buscaron iniciar un diálogo con los amotinados, pero se mostraron esquivos y pidieron hablar con fiscales o jueces para elevar una nota con varios reclamos por sus condiciones de encierro.
Ante la posibilidad de otros incidentes en el exterior de la unidad policial, se llevó a cabo un importante despliegue de fuerzas de seguridad con el fin de impedir el arribo de familiares de los internos y que se inicie otro foco de conflicto.
Pesados delincuentes como cabecillas
En cuanto a los presos involucrados en el motín, trascendió que son dos pesados cabecillas, uno de ellos implicado en el asesinato del Ruso Auer. También están implicados otros presos pesados que cumplieron condenas en los penales de Marcos Paz, en Buenos Aires, y Rawson, en Chubut.
Desde la Policía neuquina se dispuso una primera medida que fue la negociación con dos jefes policiales al frente, pero hay insistencia de los amotinados de tener una entrevista con un juez o fiscal. Los presos se limitaron a adelantar que quieren mejores condiciones en el lugar que permanecen encerrados.
Finalmente, las fuentes a las que pudo consultar LMNeuquén revelaron que la mayoría de los detenidos cumple penas por delitos graves como homicidios y asaltos.
También, en los últimos minutos, se sumó el personal de Tránsito para cortar la circulación y favorecer el trabajo de sus pares que se están desplegando en puntos estratégicos.
Crisis carcelaria
La situación que se está viviendo en estos momentos en la alcaidía de Centenario es el reflejo de la crisis carcelaria que se vive en la provincia.
Hay que recordar que el gobierno neuquino está desplegando múltiples acciones en distintos frentes para lograr una rápida solución. Uno de los principales objetivos apunta a ampliar la capacidad en los penales provinciales porque, hoy por hoy, hay más de medio millar de internos y las plazas habilitadas se limitan a 443. En este marco, la Ley 3426, de Emergencia Penitenciaria, fue un paso contundente para avanzar en una serie de obras cruciales.
El hacinamiento en las cárceles se transformó en uno de los problemas más sensibles y desde el Gobierno neuquino se trabaja contrarreloj desde el año pasado para resolver las dificultades. En concreto, los números oficiales revelan que hay 540 internos condenados alojados en las unidades de la capital y 90 alojados en las comisarías del área capital, siendo 63 internos procesados y 27 condenados. En las comisarías del interior de la provincia, sucede algo similar, con un total de 52 internos alojados, de los cuales 24 están procesados y 28 están condenados. Esto hace que sea imprescindible ampliar la capacidad de alojamiento.
El plan de obras que ya empezó a desarrollarse es el más destacado de las últimas dos décadas y cuenta con el seguimiento de equipos técnicos, además de observadores como el Tribunal Superior de Justicia y el Comité Provincial para la Prevención de la Tortura.
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