El pastor que abusó de dos niños irá a 5 años a prisión
La fiscalía había solicitado una pena más alta. Un tribunal lo condenó a 5 años y 6 meses por el abuso reiterado a una adolescente y un niño entre 2011 y 2015.
Finalmente, el pastor evangélico que fue declarado culpable por haber abusado sexualmente de una adolescente y de otro niño en una localidad cercana a Zapala fue condenado a la pena de 5 años y 6 meses de prisión efectiva. La fiscalía había solicitado una pena más alta.
Este martes se conoció la decisión del tribunal colegiado, integrado por los jueces Nazareno Eulogio, Leticia Lorenzo y Mario Tomassi, luego del juicio de cesura realizado la semana pasada. En esa instancia, la fiscal del caso Laura Pizzipaulo requirió que J.R., sea condenado a 7 años de prisión de cumplimiento efectivo y la defensa había pedido una pena inferior.
De esta manera, luego de deliberar, el tribunal colegiado encargado de fijar la pena resolvió, por unanimidad, imponer la pena de 5 años y 6 meses de prisión de cumplimiento efectivo para el hombre que fuera declarado culpable por los delitos de abuso sexual simple agravado por ser ministro de culto –continuado- cometido en contexto de violencia de género.
Cabe recordar que, de acuerdo a la teoría del caso probada en el juicio, los aberrantes hechos ocurrieron en la casa donde vivía una de las víctimas, en una localidad cercana a Zapala. Entre el 2011 y 2015, el pastor sometió a una adolescente -quien actualmente tiene 20 años y fue quien se animó a denunciarlo- y a un niño.
"El tribunal consideró probado que en todas las situaciones denunciadas, J.R reiteró el accionar: se presentó en la vivienda familiar en horario de la tarde y, aprovechando la ausencia de adultos en ese momento, proponía a la víctima y a otro niño ir al dormitorio, primero a este último y luego a la denunciante, para rezar. Ese fue el marco en que se cometieron los abusos", detalla la teoría acreditada sobre los abusos que sucedieron en tres períodos: entre 2011 y 2012; entre 2013 y 2014; y en 2015.
Por el momento, hasta que la sentencia quede firme, el pastor condenado tiene vigente una prohibición de acercamiento a 200 metros hacia las víctimas y otra de contacto por cualquier medio personalmente o a través de terceros.
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