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Las aves playeras y su reacción ante la noche del eclipse

Algunas especies no se inmutaron, mientras otras que están en plena cría de sus pichones se alteraron porque en las horas nocturnas atacan los rapaces. Un video difundido por el Área Natural Protegida muestra el momento de máxima inquietud.

La multitud de aves playeras que habitan el Área Protegida Bahía San Antonio también sintieron el eclipse total de sol que se produjo el lunes y, según las especies, tuvieron comportamientos particulares.

La reacción al momento del fenómeno la pudieron observar en la playa conocida como Los Álamos, ubicada al norte de Las Grutas, un sector resguardado por Guardias Ambientales de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable provincial.

La bióloga Marina Shirley Mendoza, que integra el equipo de trabajo, filmó un video del momento exacto en que la luna cubrió por completo al sol, la noche repentina cubrió todo el paisaje por poco más de dos minutos.

Con las imágenes, publicadas en el Facebook del organismo y que compartimos aquí, explican las conductas que asumieron los distintos ejemplares.

Los especialistas destacaron que el fenómeno coincidió con la pleamar, cuando las aves suelen arrimarse a la orilla para descansar y alimentarse.

Describieron que había un grupo de más 300 biguás (Phalacrocorax brasilianus), “que no parecieron incomodarse al llegar el oscurecimiento súbito”.

Sin embargo, las que se alteraron fueron las gaviotas cocineras (Larus dominicanus) y gaviotines de diferentes tipos.

“Se mostraron inquietos, emprendiendo vuelos y vocalizando”, puntualizaron.

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Lo mismo hicieron las parejas de ostreros pardos, que en esta época están criando a sus pichones, que “comenzaron a "cantar" en despliegues territoriales”.

Shirley, la primera graduada oriunda de San Antonio Oeste en recibir el título de Licenciada en Biología Marina, indicó que la repentina nocturnidad tensionó a la población costera porque es cuando aparecen los rapaces, como chimangos, gavilanes y halcones, entre otros, con la intención de devorarse a sus pichones.

La playa donde sucedió el evento es famosa a nivel mundial por la cantidad de aves que se pueden observar en primavera y verano.

En esos meses el sector permanece custodiado por Guardias Ambientales, y está terminantemente prohibida la circulación de vehículos. Aun así, muchos lo intentan, y hasta se han registrado incidentes violentos.

El prodigioso escenario natural se puede contemplar desde El Jagüel, un emprendimiento privado que posee un observatorio. Mientras que en un predio vecino se construyó un hotel con grandes ventanales que dan l mar.

Pululan, junto al grupo ya mencionados, flamencos que se destacan por el tamaño y su vistoso plumaje rosado.

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