Cambios en la ciudadanía italiana: la aclaración del Consultado de Italia en Neuquén

La comunidad italiana de Neuquén recibió precisiones sobre los cambios en el proceso de reconocimiento de la ciudadanía italiana, luego de la entrada en vigencia de la Ley N° 74/2025, sancionada por el Parlamento Italiano y vigente desde el 23 de mayo.

Marcelo Medori, corresponsal del Consulado de Italia en la región, envió un comunicado en el que respondió a muchas de las dudas planteadas por ciudadanos locales, que tienen la ciudadanía en trámite.

La nueva normativa introduce modificaciones al Decreto Ley 36/2025, y si bien aún se espera la reglamentación específica (a través de una circular del Ministerio del Interior emitida el 28 de mayo), ya se anticipan restricciones que afectan principalmente a los descendientes más lejanos de italianos, como los bisnietos.

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Entre los puntos más discutidos, se destaca que los bisnietos mayores de edad deberán residir legalmente en Italia por un período determinado para poder solicitar el reconocimiento de la ciudadanía, lo que complica el acceso desde el exterior.

Ciudadanía italiana: qué pasa con los bisiestos

Para nietos mayores de edad, también se refuerzan requisitos de residencia, conocimiento del idioma italiano y acreditación de vínculo efectivo con la cultura italiana.

En cambio, los nietos menores de edad y quienes hayan iniciado el trámite antes del 28 de marzo de 2025, podrán continuar el proceso bajo el régimen anterior, siempre y cuando ya cuenten con turno confirmado en el Consulado General de Italia en Bahía Blanca.

Medori reiteró que estos detalles serán confirmados cuando el Consulado General publique la circular en su página web oficial, lo cual también será comunicado por los canales de la corresponsalía.

Ciudadanía italiana: la reforma

La Cámara de Diputados de Italia aprobó una reforma que restringe drásticamente el acceso a la ciudadanía por descendencia, dejando fuera a miles de solicitantes en Argentina y el mundo.

Con 137 votos a favor y 83 en contra, la aprobación del decreto-ley 36 reduce el derecho de sangre —conocido como ius sanguinis— únicamente a hijos y nietos de ciudadanos italianos. Esta decisión marca un antes y un después para quienes hasta ahora veían en su ascendencia italiana una posibilidad concreta de emigrar, estudiar o trabajar en Europa.

La norma ya había sido sancionada en el Senado la semana pasada y solo resta que el presidente Sergio Mattarella estampe su firma para que entre oficialmente en vigencia. La publicación en el Boletín Oficial italiano se espera en las próximas horas.

Hasta ahora, la ciudadanía podía transmitirse sin límite generacional, siempre que se pudieran presentar las pruebas necesarias. Esto incluía a bisnietos y hasta tataranietos de inmigrantes italianos, algo particularmente común en Argentina, donde se estima que más de la mitad de la población tiene algún vínculo con Italia.

El artículo más polémico de la nueva legislación es el que exige que el ascendiente directo —padre o abuelo— haya tenido únicamente nacionalidad italiana. En términos prácticos, si ese antepasado se naturalizó argentino, como sucedía con frecuencia, los descendientes pierden automáticamente el derecho a solicitar la ciudadanía.

La nueva ley también establece un plazo límite para quienes ya iniciaron el proceso. Solo se considerarán válidas aquellas solicitudes que hayan sido presentadas en tiempo y forma hasta el 27 de marzo de 2025 a las 23:59, hora de Roma. Las carpetas ingresadas después de esa fecha quedarán sujetas a los nuevos requisitos. El corte temporal generó una oleada de preocupación entre miles de argentinos que aún no habían conseguido turno para presentar la documentación.