Millonaria deuda con el EPAS por el agua del Mari Menuco

El transición fallida de gobierno en Centenario dejó un masivo pase a planta permanente, vehículos rotos en el corralón y un tema clave para revertir este verano: una deuda millonaria con el Ente provincial de Agua y Saneamiento (EPAS), por el agua que se consume del acueducto Mari Menuco.

Son facturas millonarias que no se abonaron por el “uso de agua en bloque” durante cuatro años, y que tendrá que afrontar (o hacer un nuevo plan de pago) la gestión del intendente Esteban Cimolai. Municipalidad dejó de pagar en 2019, y pasó la pandemia sin abonar las facturas del agua, hasta que en 2023, tuvo que empezar un millonario plan de pago.

El tema fue ventilado por el flamante secretario de Agua y Saneamiento de la Municipalidad de Centenario, Luciano Nagli, en diálogo con LMNeuquén, a colación de la situación que viven los vecino del sector sur de Centenario, por la falta de agua potable, que desató una crisis en esa zona.

El EPAS, desde la planta potabilizadora Mari Menuco entrega 510 metros cúbicos (medio millón de litros) por segundo de agua potable (m³/seg) con dos bombas de impulsión, a la red que abastece los barrios de la meseta de Centenario. Son más de 12 millones de litros por día que se suman al sistema de distribución.

“Hoy estamos en funcionamiento normal, puede ser que en algunos de los barrios haya poca presión de agua pero hoy a la mañana (por ayer) teníamos tres cuartos del tanque almacenamiento, entonces había buen caudal de agua”, dijo el funcionario y ex trabajador municipal, sobre el abastecimiento de la vieja cisterna de 2 millones de litros, ubicada en la meseta de Centenario.

Corte de la Ruta 7 por falta de agua en las tomas (6).jpg

El agua en el sector Sur de Centenario escasea por los desarrollos de loteos privados que se conectan a la red. el agua del Mari Menuco no alcanza y también hay derroche.

Claudio Espinoza

Nagli recalcó que la situación operativa con la que se encontraron el 10 de diciembre, para hacer frente al abastecimiento de agua (en camiones y en la planta) fue crítica, debido al “desmantelamiento del sector”.

Mari Menuco: ¿el agua se paga?

“El tema es tratar de lograr el uso racional del agua. Que los vecinos tengan empatía hacia el otro y si no lo podemos lograr llevar el agua con con los elementos de la cañería, el Municipio va a proveer en camiones”, indicó el funcionario municipal.

Centenario se abastece de líquido desde dos puntos. Uno desde la planta potabilizadora ubicada en Villa Obrera en el río Neuquén, que provee básicamente al sector del Casco Viejo y zona de chacras, y otro punto desde el Nexo III del acueducto Mari Menuco, que se inauguró en el verano de 2016.

Nagli sostuvo que hubo varias reuniones con el EPAS, y que hay una deuda que el ente provincial le reclama a la Municipalidad de Centenario, desde la gestión del ex intendente Javier Bertoldi. Nadie sabe porqué no se abonaron varias facturas por el servicio de provisión de agua del Mari Menuco, desde 2019 a 2023.

Más allá de la deuda de agua con el EPAS, la Municipalidad de Centenario siempre cobró en los servicios retributivos el ítem "agua y cloacas", pese al cese del pago con el organismo provincial.

“Hemos estado en charlas para poder subsanar esas deudas. Esta gestión, como nos han dicho, es buena pagadora y la gran ventaja es poder lograr que se pueda subsanar esa deuda”, indicó Nagli.

De acuerdo a lo informado por el funcionario municipal, no hay un número preciso de las facturas que se deben al EPAS por “venta de agua en bloque”, pero rondaría los 400 millones de pesos.

“Sí, creería que es mucho más pero por lo que hemos sacado cuenta nosotros son mucho más de 700 millones de pesos, es mucha plata”, concluyó.

¿De cuánto es la deuda real?

El dato que se desprende de fuentes consultada por este diario es que la deuda con el EPAS es un poco más elevada en la actualización. Estaría en unos 400 millones de pesos, sin posibilidad de pagarla para comuna, a menos que se haga un convenio de cancelación de ese pasivo.

El tema de la deuda con el EPAS es algo que viene desde hace tiempo, pero que incomodaba en tiempos políticos, incluso en las más altas esferas del organismo provincial, que tiene dificultades para cobrar el agua, y generar un punto de equilibrio. "Todo es político, hay presiones de qué intendente paga o no según los arreglos", dijo una fuente del organismo.