Represión a jubilados: la Justicia avala con silencio

Javier Milei mandó a reprimir a los jubilados que protestaron contra su gobierno porque puede. La Justicia avala con silencio, las fuerzas de seguridad acatan con gusto y su base de sustentación se mantiene fuerte por más sangre que salte en las calles. Por ahora.

El escenario está planteado en esos términos. El plan del gobierno se cae a pedazos, por ahora también. En unos meses, puede ganar Donald Trump las elecciones de Estados Unidos y ordenarle al Fondo Monetario Internacional que rompa todas sus reglas, otra vez, para aumentar la deuda de Mauricio Macri que renegoció Alberto Fernández en diez, veinte o treinta mil millones de dólares, como auguran los economistas militantes del plan libertario, que, vale remarcar, cada vez son menos. ¿Ganará Trump? Y en caso de hacerlo: ¿Le tirará una soga a la gobernabilidad del libertario? Milei se jacta de ser el segundo político más relevante del planeta, aclarando que sólo el esposo de Melania Trump está por encima de él en relevancia global.

enfrentamiento jubilados piquetes congreso

Mientras tanto, los sectores de la actividad más dinámicos para el sostenimiento del empleo están en estado de coma, con achiques históricos, como si el país atravesara una guerra. En definitiva, el país soporta la guerra libertaria contra el pasado, que tiene problemas para defenderse porque no puede explicar cómo haría en el futuro para transitar un camino diferente al que desembocó en Milei.

Diez meses de Javier Milei

Milei lleva diez meses en la Casa Rosada, lo primero que hizo al llegar fue provocar cincuenta por ciento de inflación en dos meses. Y cargar los costos a los trabajadores sean activos, sobre todo los informales, o pasivos, más que nada si cobran la mínima.

Para protestar hay que ir en masa. La marcha por los fondos para que los rectores mantengan las universidades no fue reprimida. La de los sindicalistas de la CGT a San Cayetano tampoco. Es más fácil mandar policías con trajes de Robocop a tirar gas pimienta y revolear palos contra los jubilados.

Este cronista no logra evitar la impotencia mientras escribe estas líneas. Pide perdón al lector y sigue con su labor. Da impotencia leer a mocosos idiotas celebrando en las redes que a los viejos que no dan más con los sueldos de hambre que cobran los golpeen hasta lastimarlos por quejarse.

El vocero Manuel Adorni justificando lesionar a los viejos en el nombre de la ley y el ministro Luis Toto Caputo mintiendo sin vergüenza sobre el poder adquisitivo de los abuelos que menos cobran generan otros sentimientos distintos a la impotencia.

El gobierno cargó el 30% del ajuste a los jubilados

El ajuste implementado por Caputo a instancias de Milei desde diciembre no tiene precedentes. Tres de cada 10 pesos del inédito recorte en el primer semestre de 2024 se explica por el ajuste a la masa de fondos destinada a los salarios de los pasivos, según estimó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal.

En el acumulado del primer semestre, el gasto público nacional pagado bajó 19 billones de pesos constantes respecto a 2023. Las jubilaciones y pensiones soportaron el 29% del ajuste total, la inversión real directa el 14%, las transferencias a provincias el 13%, los subsidios a la energía el 13% y los salarios el 7%, entre los más importantes.

El último informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) señaló que al mantener congelado el valor del bono, las jubilaciones mínimas sufrieron un recorte equivalente a $52.000.

enfrentamiento jubilados piquetes congreso

Foto Gentileza Clarin/EFE

“Desde marzo, el bono compensatorio que vienen cobrando los jubilados fue congelado en $70.000, licuando mes a mes su capacidad de compra. Los datos muestran que, mientras que los haberes se incrementaron entre marzo y septiembre un 74,3%, al incluirse el pago del bono, la mínima sólo aumentó 48,9%. Si el bono se hubiese actualizado en la misma proporción, debería alcanzar los $122.010 en setiembre, es decir, $52.010 más de lo actual”, consignó.

Encima, en los últimos días el gobierno nacional eliminó una cantidad de medicamentos del plan gratuito para los jubilados. En la práctica, les volvió a hachar los ingresos, puesto que ahora los jubilados deberán destinar dinero que destinaban a otros gastos a pagarse los remedios, o bien, dejar de consumirlos a riesgo de enfermarse o morirse.

Con todo esto, la administración libertaria decidió callar a palos las protestas de los viejos. Fin.