Video: caminaba por Parque Agreste y se encontró con un extraño animal

Desde su inauguración a fines de 2020, el Parque Agreste se convirtió en uno de los atractivos turísticos más valorados en la ciudad de Neuquén. Su vegetación abundante parece demostrar la supremacía de la naturaleza a unos escasos kilómetros de la ciudad y, si bien se trata de un espacio concurrido, los que lo visitan en horarios poco comunes pueden disfrutar de un silencio absoluto a orillas del río Neuquén y encontrarse con los verdaderos dueños del lugar.

Cuando los peatones se alejan, los animales autóctonos se adueñan de los senderos del Parque Agreste y de las aguas del río. Si bien es común ver a los cisnes de cuello negro surcando las aguas verdosas del río Neuquén, esta semana se dio un encuentro inusual entre una de vecina de la ciudad y su mascota, un perro de raza salchicha mini que se llama Astor.

Encontraron al animal al pie de un árbol. Inmóvil, sostenía la mirada fija hacia ellos, pero no adoptaba una actitud amenazante. Astor, sin embargo, se puso alerta y, con sus ladridos, trató de evitar que la criatura se acercara. Tanto el perro como su dueña dudaban de la especie que habían hallado, por lo que mantuvieron una prudente distancia para evitar ser atacados.

Para aprender más sobre la fauna del Parque Agreste, la mujer tomó fotos y grabó un video del animal, donde se pueden oír los ladridos de Astor, que mira atento hacia la criatura inmóvil. En sus redes sociales, preguntó a sus seguidores si acaso se trataba de una lechuza. Sin embargo, muchos lo veían más semejante a alguna especie de mono o roedor.

Desde el Museo Patagónico de Ciencias Naturales, ubicado en General Roca, su titular Pablo Chafrat identificó rápidamente al animal. Acostumbrado a tomar fotografías de la fauna autóctona en encuentros sigilosos, valoró la actitud de la vecina de Neuquén, que capturó la presencia de un animal difícil de ver los paisajes urbanos.

"Es un pichón de lechuza", dijo y confirmó que se trata de una cría de lechuzón orejudo, cuyo nombre científico es Asio Clamator. Estas aves también son conocidas como falsos búhos, y están presentes en buena parte de Sudamérica y América Central.

Su nombre se originó por las largas plumas que tiene arriba de su cabeza y que asemejan orejas. Es de color blanco, marrón claro y negro, con pico negro y ojos color canela. Aunque vive en distintos hábitats, prefiere los espacios abiertos con arbustos bajos, aunque también elige zonas de vegetación densa y hasta bosques húmedos.

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La razón por la que resulta difícil identificar a este ejemplar es que, al tratarse de un pichón, el animal todavía no tiene sus plumas desarrolladas. Por el contrario, su cuerpo está cubierto de un plumón que identifica a los ejemplares juveniles, y que no les permite volar. "Es una especie no muy fácil de ver y por suerte aparentemente las población está aumentando sobre todo en el Alto Valle", dijo Chafrat.

Aunque la población esté en crecimiento, se aconseja respetar el ambiente natural de estos animales y no molestarlos. En muchos casos, la fauna autóctona suele esconderse cuando detecta la presencia de peatones circulando por los senderos del Parque Agreste. Sin embargo, se trata de un entorno natural en donde ellos son los primeros habitantes.

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Por su parte, el subsecretario de Medio Ambiente y Protección Ciudadana de la Municipalidad de Neuquén, Francisco Baggio, aclaró que ya fueron informados sobre la presencia del animal, que merodeaba por el suelo del Parque Agreste. Agregó que un visitante subió al pichón al hueco de un árbol y apareció su madre.

"La Guardia Ambiental tiene a cargo las áreas protegidas de la ciudad y ahora también nos hacemos cargo de las zonas aledañas al Paseo Costero. Hay mucha fauna silvestre y lo q hacemos es difusión y concientizacion principalmente y por supuesto intervienen cuando hay alguna situación especial como ésta", cerró Baggio.