Chubut: ladrones "a distancia", vivían en una ciudad y robaban casas en otra

La Policía de la provincia de Chubut logró detener a integrantes de una banda que robaba casas en Puerto Madryn, pero tenía su base de operaciones en Trelew.

En una serie de allanamientos realizados durante la mañana de este jueves, fueron detenidos dos hombres con un importante prontuario de antecedentes delictivos. Las investigaciones continuarán ya que se cree que la banda sería más numerosa.

Al menos uno de ellos podría ser uno de los líderes de la banda que cometía los delitos con esta particularidad, viajando cada vez de una ciudad a otra.

El último robo registrado fue el 27 de septiembre pasado. Ese día, los delincuentes entraron a una casa en la zona norte de Puerto Madryn, y se llevaron de allí una caja fuerte en la que había 900.000 pesos guardados, y un arma de fuego.

A partir de ese asalto, la Justicia de Chubut y la División Departamental de Investigaciones de la Policía iniciaron una pesquisa que permitió identificar a los sospechosos y determinar que se trataba de una banda organizada, que viajaba desde Trelew para cometer robos.

Por las rutas de Chubut

Según se pudo determinar, los ladrones no solo robaban casas, sino también vehículos que después utilizaban para cometer sus delitos en Puerto Madryn. Ese era el mecanismo que empleaban con el objetivo de despistar a la Policía.

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Portillo en 2020, cuando fue detenido por primera vez en Chubut.

En los allanamientos de este jueves fueron detenidos Eduardo Javier Portillo de 41 años de edad, con antecedentes por robo agravado, y a Diego Santander, de 19 años, ambos oriundos de Trelew, quienes presuntamente formaban parte de una estructura delictiva organizada.

La fiscalía cree que se trata de una banda estructurada con posibles vínculos locales, que podría estar relacionada con otros delitos cometidos en la región y que estaría integrada por más personas.

Reincidente

Uno de los apresados, Javier Portillo, había sido detenido ya en 2020 por “robo agravado por el uso de arma de fuego y por ser en poblado y en banda”.

En aquella ocasión, el malviviente cometió un error que llevó a que lo identificaran, durante el robo a un domcilio en el que maniataron a un joven mientras desvalijaban su casa.

La Policía Científica logró detectar huellas en la cinta de embalar que usaron para atarlo. Al analizarla con el sistema AFIS (el Sistema Automático de Identificación Dactilar) lograron confirmar que las dos huellas de palma mano derecha y de digito pulgar derecho correspondían a Javier Eduardo Portillo, que ya entonces tenía frondosos antecedentes en su prontuario.

El prontuario fue, precisamente, lo que llevó a que lo descubrieran, ya que el sistema AFIS es un software que se lo alimenta con las huellas de las personas con antecedentes.

Cuando en un hecho delictivo se `levantan´ huellas de la escena, se cotejan con la base de datos. En aquel caso, funcionó y le permitió a los investigadores dar con uno de los autores del robo.

“Las huellas digitales de cada persona son únicas, por lo tanto, es una prueba clave de que Portillo participó del robo”, explicó aquella vez el fiscal Javier Bugueño.