Se viene la época del aire acondicionado: lo que tenés que saber y los consejos más importantes
Las temperaturas empiezan a subir y ya miramos de reojo los aparatos de ventilación. Algunos tips antes de dar por iniciada la temporada.
Con la llegada del calor, el aire acondicionado se convierte en un aliado indispensable en hogares, oficinas y otros espacios. Sin embargo, antes de encender estos equipos, es fundamental asegurarse de que estén en condiciones óptimas. El mantenimiento adecuado no solo prolonga su vida útil, sino que también previene problemas de salud asociados con el aire contaminado.
Un aire acondicionado descuidado puede convertirse en un foco de contaminación. Aunque limpiar los filtros de forma casera puede parecer suficiente, este paso es solo una parte del proceso. Las partículas acumuladas en los filtros pueden compactarse, dificultando la circulación del aire y obligando al equipo a trabajar más de lo necesario. Este esfuerzo adicional no solo aumenta el consumo eléctrico, sino que también puede dispersar partículas nocivas como bacterias, virus, moho y polen en el ambiente.
Es crucial confiar el mantenimiento a profesionales capacitados que puedan limpiar las tuberías internas del sistema y garantizar su correcto funcionamiento.
También es importante mantener cerradas puertas, ventanas y cualquier abertura al exterior ayuda a conservar la eficiencia del equipo. En regiones más cálidas, usar cortinas claras y persianas para bloquear la luz solar directa también contribuye a mantener los espacios frescos sin forzar el aire acondicionado.
Cómo el aire acondicionado impacta en la salud
El aire acondicionado puede afectar a distintos órganos del cuerpo, especialmente si el sistema no está limpio o se utiliza de manera inadecuada.
Respecto a las vías aéreas superiores, la nariz puede resecarse o producir exceso de mucosidad, y la faringe puede inflamarse, causando dolor al tragar. Además, la laringe puede sufrir irritación, resultando en ronquera o pérdida temporal de la voz.
En cuanto a las vías aéreas inferiores, los bronquios pueden contraerse, provocando sibilancias y crisis asmáticas.
Además, el aire seco generado por estos equipos puede resecar la piel, ocasionando picazón, enrojecimiento o incluso edema. Para evitar estos problemas, se recomienda mantener el ambiente ligeramente húmedo, utilizando humidificadores o programando el modo ventilación del aparato durante algunas horas del día.
Consejos para un uso eficiente y responsable
El ajuste de la temperatura es un factor clave. Mantener el aire acondicionado entre 24°C y 25°C es ideal, ya que temperaturas inferiores no solo incrementan el consumo energético hasta un 30 %, sino que también pueden generar malestar físico. En ambientes como bancos, oficinas o centros comerciales, donde a menudo se utilizan sistemas de refrigeración central a temperaturas muy bajas, es aconsejable llevar un abrigo liviano para evitar los cambios bruscos.
Para un mejor aprovechamiento, se sugiere cubrirse con una manta ligera durante la noche, para compensar la caída de la temperatura corporal.
También asegurarse de ventilar los ambientes cuando las temperaturas exteriores sean más bajas y, en vehículos, encender el aire acondicionado después de bajar las ventanillas y activarlo primero en modo ventilación.
Es importante prestar especial atención a los grupos más vulnerables, como niños, personas mayores y quienes padecen alergias. En estos casos, una limpieza periódica de los sistemas de aire acondicionado es indispensable para evitar complicaciones.
En un contexto de cambio climático, donde las temperaturas son cada vez más extremas, el aire acondicionado ya no es un lujo, sino una herramienta esencial. Sin embargo, su uso responsable y su mantenimiento adecuado son claves para garantizar un ambiente saludable y reducir el impacto económico y ambiental. Adoptar estas prácticas no solo mejora nuestra calidad de vida, sino que también contribuye al cuidado del planeta.
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