La última bestia del argentino que fabrica los autos preferidos de millonarios y celebridades
Se había retirado el año pasado, pero el mítico modelo entre los superdeportivos de Horacio Pagani sale a jugar una vez más a pedido de un cliente exclusivo.
Corría la década del 80. Un joven argentino, apasionado por el diseño de los autos, llegó a Europa con un par de cartas de recomendación firmadas por Juan Manuel Fangio. Así, Horacio Pagani llegó a Lamborghini. Años más tarde surgió con impulso propio en el mundo de los superdeportivos: en 1999 nació el Zonda C12, primer modelo de Pagani Automobili.
Ahora, 26 años después de aquella presentación en sociedad del Zonda en el Salón de Ginebra, desde el atelier mecánico de San Cesario sul Panaro, un pueblo de la provincia de Módena (en la región de la Emilia-Romagna) se asoma una nueva bestia mecánica creada sobre la base del icónico Pagani Zonda,
A mediados de 2024, un legendario superdeportivo parecía haber cerrado su ciclo tras 25 años como ícono del segmento más exclusivo de todos; de hecho, su lanzamiento de despedida, justamente bautizado Arrivederci, anunciaba oficialmente el fin de una era. Sin embargo, ahora un encargo especial reavivó su legado: con un one-off inspirado en un avión de combate, el Pagani Zonda regresa para dar una vuelta más, que promete cautivar a los amantes de la velocidad tanto como lo hizo desde el primer día.
Cómo es el nuevo superdeportivo de Horacio Pagani
La obra maestra del argentino Horacio Pagani sale otra vez al ruedo entonces a pedido de un cliente millonario, que se lo encargó a través del programa “Pagani Unico”, para proyectos híper personalizados: se trata de una opción artesanal que ofrece el constructor radicado en Italia pero nacido en Casilda, Santa Fe, bajo la filosofía de no rechazar ningún desafío, pensada para aquellos clientes empecinados en cumplir su sueño al pie de la letra.
Así, este nuevo Zonda adopta una carrocería roadster en fibra de carbono expuesta y azul brillante, inspirada en las montañas chinas de Kunlun, y suma un paquete aerodinámico que define su estética, con una toma de aire superior, aleta central y alerones dobles que maximizan la carga trasera.
Aunque no se brindaron detalles de su motor, todo indica que montará el histórico Mercedes-AMG V12 de 7.3 litros en posición central para, con una caja manual de seis velocidades, entregar al menos 800 CV y 900 Nm de par.
El Pagani Zonda, un ícono inmortal
El Pagani Zonda debutó en 1999 con el modelo C12 en el Salón de Ginebra, redefiniendo los superdeportivos. Su chasis monocasco de fibra de carbono y el motor V12, con un rugido inconfundible, incorporaban tecnología de Fórmula 1, y eso, en combinación con su líneas fluidas y detalles artesanales, lo convirtieron en un un hito de diseño y rendimiento. Cada Zonda, entonces, es una obra de arte funcional.
Con solo 140 unidades producidas sin contar este nuevo encargo, el Zonda es además una rareza codiciada. Así, su valor puede multiplicarse hasta 15 veces una vez que pisa la calle, convirtiéndolo en una inversión única. Ediciones especiales como el Zonda R elevaron su estatus a mito, y los coleccionistas globales lo veneran por su exclusividad.
Bautizado por el viento argentino que recorre los Andes, el Zonda encarna una fuerza indomable. Su nombre refleja la visión de un diseño atemporal y poderoso. Por eso, a pesar de los sucesores Huayra y Utopia, su magnetismo perdura. Cada unidad es un testimonio de innovación.
En 2024, el Zonda Arrivederci, también encargado por un coleccionista, parecía sellar su historia. Este roadster, con 760 caballos, paneles plateados con un compuesto que incluye Alutex y detalles en azul y rojo, brilló en Monterey Car Week. Sin embargo, la demanda de one-offs demuestra que el Zonda sigue vivo y que es más que un auto: es un símbolo de perfección artesanal.
Horacio Pagani, el argentino que fusiona arte y ciencia
Nacido en 1955, Pagani es un autodidacta que conquistó Módena con determinación y talento. Desde Casilda soñó con autos que unieran tecnología y estética, y esas ideas lo llevaron a Europa con el impulso de una carta de recomendación de nada menos que Juan Manuel Fangio.
Tras destacar en Lamborghini con la creación de un departamento de materiales compuestos, fundó Pagani Automobili, donde cada auto es un lienzo donde despliega todo su amor por lo que hace. “Un brazo de suspensión puede ser bello, bonito, que te regale una emoción”, supo asegurar hace unos años, resumiendo su búsqueda inspirada en Leonardo da Vinci de fusionar arte y ciencia.
Su visión atrajo a clientes que valoran la exclusividad, y cada detalle, desde los tornillos hasta la carrocería, refleja su obsesión por la perfección y, sobre todo, por empujar los límites, al punto que la empresa dedica casi un 20% de su presupuesto en investigación y desarrollo. Así, en su atelier diseñado como una plaza italiana, con farolas y hasta una torre con su reloj, produce el Zonda u otras bestias como el Huayra Roadster, cuyo precio de lista parte de los 2,4 millones de dólares.
El año pasado lanzó el Utopia Roadster, con un precio de US$3,4 millones. Pero los one-off que Pagani construye por encargo pueden duplicar o triplicar dichos valores; por caso, el Huayra Codalunga trepó a 7 millones de dólares, pero por el Pagani Zonda Barchetta HP, otro one-off, se pagaron US$15 millones por uno de los superdeportivos creados por el argentino.
Sin embargo, no se olvida de sus raíces, y lleva el espíritu de su tierra a la élite automotriz: por eso, aunque en su garaje tiene todo lo que cualquier tuerca soñaría tener, todavía se mueve por la vida en bicicleta. Como hizo toda la vida.
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