Restos humanos en la casa donde vivió Gustavo Cerati: a quién apuntan las sospechas de un crimen

El hallazgo de huesos humanos en una casa donde vivió el popular músico argentino Gustavo Cerati entre 2001 y 2003, generó un fuerte impacto y puso en marcha una investigación de la que por ahora no se conocen demasiado detalles, pero en las últimas horas se habla de indicios que orientarían el hecho hacia un posible asesinato.

El espeluznante hecho ocurrió durante las excavaciones que se concretaban para la construcción de un edificio en el terreno donde estuvo la casa en la que vivió el popular músico durante un par de años. Los restos estaban en una fosa de 1,20 metros por 60 centímetros, a escasos 40 centímetros de profundidad, en el predio de la calle Congreso al 3700, en el barrio porteño de Coghlan,

Las piezas óseas fueron encontradas en la medianera de la propiedad demolida. La Justicia analiza todas las pistas para esclarecer qué ocurrió en ese lugar y qué relación tiene con el hallazgo.

Un descubrimiento que llevó a replantear la causa

El hallazgo ocurrió hace poco más de un mes en una casa que Cerati habitó durante dos años. Allí, en un agujero de poco más de un metro de largo y medio metro de profundidad, aparecieron restos humanos junto a un reloj digital con calculadora, modelo Casio CA-90. Este objeto llamó la atención de los investigadores por la posibilidad que brinda para acotar el período en que se produjo el enterramiento.

antigua casa gustavo cerati

La historia detrás del hallazgo en la casa donde vivió Gustavo Cerati todavía guarda secretos.

El reloj fue lanzado al mercado entre 1981 y 1982, pero su llegada al país se produjo casi una década más tarde, en 1992. Por el número de serie, la Fiscalía puede determinar la fecha exacta de venta del aparato. Esto implica que la persona enterrada no puede haber sido sepultada en ese sitio antes de esa fecha. Además, el mecanismo del reloj podría aportar datos sobre cuándo dejó de funcionar, lo que ayudaría a definir con mayor precisión el momento en que se produjo el enterramiento.

Las sospechas se centran en la familia vecina

La Justicia puso la atención en una familia que vive al lado de la propiedad donde se encontraron los huesos. Se trata de una mujer de unos 90 años que reside en el interior de la vivienda, junto con dos hijos: uno vive en la misma casa y el otro tiene domicilio cercano.

Cabe recordar que el hallazgo se produjo en la medianera entre la antigua casa demolida y este chalet que está bajo análisis.

La fiscalía todavía está recopilando información sobre las personas que vivieron en ambas propiedades a lo largo de los años, buscando establecer un cuadro completo del entorno y los posibles involucrados. Hasta el momento, no se han realizado entrevistas profundas ni se contactó a los residentes actuales o pasados.

La investigación avanza con prudencia, utilizando datos de servicios, registros civiles y otras fuentes para identificar a todos los que pudieron haber estado vinculados a la escena.

Un caso que desafía la lógica y abre interrogantes

Enterrar a alguien en el fondo de una casa ubicada en plena ciudad, resulta insólito y difícil de comprender. Fuentes cercanas al fiscal Martín López Perrando destacan la extrañeza del hecho y lo califican como un delito grave. El contexto, a comienzos de los años 90, añade otro nivel de misterio a esta situación.

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El caso abrió un abanico de hipótesis que incluye la posibilidad de un homicidioy busca respuestas sobre la identidad de la persona enterrada, el motivo del entierro clandestino y el vínculo con la familia vecina. La investigación espera los resultados de los análisis forenses sobre las piezas óseas para avanzar en las determinaciones y, eventualmente, para comenzar a interrogar a los involucrados.

La investigación, conducida por el fiscal Martín López Perrando, apunta a identificar los restos del cadáver, que pertenecerían a un varón de entre 20 y 22 años, según determinó el informe preliminar del Gabinete Científico de la Policía de la Ciudad.