Tras el encuentro en Córdoba, los jugadores de ambos equipos se volvieron a cruzar en el aeropuerto y tuvieron problemas.
El retorno triunfal del plantel de Boca tras vencer a River en el Superclásico en Córdoba tuvo un giro inesperado en el aeropuerto de Ezeiza. Allí, minutos después de que aterrizara el equipo rival, los futbolistas xeneizes se encontraron con sus contrincantes en la pista. En medio de la euforia por su pase a las semifinales, los jugadores de Boca convirtieron el micro en una fiesta improvisada mientras los de River observaban con visible malestar.
El encuentro entre ambos equipos se produjo al atardecer del domingo, cuando cada uno abordaba los micros que los llevarían al hall de ingreso. Los jugadores de Boca, aún exaltados por la victoria, continuaron la celebración entonando cánticos característicos de la hinchada xeneize, incluyendo el clásico "El que no salta se fue a la B" en referencia al descenso de River en 2011, y "Esta es la barra de los bosteros", entre otros.
El conflicto en el aeropuerto entre Boca y River
La intensidad de la celebración fue tal que el micro llegó a moverse al ritmo de los saltos de los jugadores. Ante esta situación, el personal de seguridad del plantel de River, que mantiene una buena relación con sus pares de Boca, intervino para evitar posibles conflictos, enviando un mensaje para calmar los ánimos de los futbolistas azul y oro.
Este inesperado encuentro en el aeropuerto de Ezeiza generó incomodidad en el equipo de River, que se vio sorprendido por la efusividad de sus rivales. Según reportes de los medios deportivos, la celebración de Boca fue interpretada como una provocación por parte de los jugadores millonarios, quienes habían partido antes pero llegaron apenas unos minutos antes que sus adversarios.
La pelea de Marcos Rojo y Miguel Borja
La realidad es que la rivalidad entre ambos equipos ya se había visto dentro del campo de juego, en especial entre Marcos Rojo y Miguel Borja. El delantero peruano y el defensor capitán de Boca se estuvieron cruzando durante todo el partido, a tal punto que ambos terminaron amonestados.
Tras finalizar el partido, el capitán de Boca habló con la prensa y le lanzó un palito a su colega: “Estuve mal en reaccionar, porque era amarilla para él cantada. Estuvo así desde el inicio del partido, siempre buscando, empujando, chocando, tirando la pelota. No sé si se lo mandaron a hacer o qué. Yo estuve tranquilo, se lo dije al referí”.
“Habíamos hablado en el entretiempo de eso, de que Borja estaba buscando problemas al pedo, porque nosotros estábamos jugando al fútbol tranquilos. Nosotros queríamos jugar al fútbol, nada más”, agregó.
“Aprovecho para decirlo ahora porque después se la pasan diciendo que me la paso pegando y no es así. Hoy se vio que estaba tranquilo y que en todo momento fue Borja el que vino a buscarme”, cerró.
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